miércoles, 16 de enero de 2013

VEREDICTO MÚLTIPLE - Capitulo 5 "Isamar Cordero"



L
es pido disculpas si Isadora o Isabella no supieron comportarse – decía Isamar mientras se acomodaba nuevamente en el sofá de la sala junto a sus visitas – ya no sé como controlarlas.
– ¿es que ha podido controlarlas? – dijo Angie
– No empieces Angie, por favor – le regañó Ana
– es con usted con quien queremos conversar señora Isamar – intervino Luis – el motivo de nuestra visita fue venir a conocerla en persona, sin embargo…
– sin embargo, se encontraron con mis otras personas – repuso Isamar
– ya que Ud está aquí, diganos ¿Cuál fue la razón principal para crear estas personalidades?
– o mejor aun – recalcó Ally - ¿Por qué mató a sus esposo?, realmente no me convence su actuación.
– No es ninguna actuación – respondió Isamar un poco alterada – ¿creen que me divierto haciendo esto?, entonces que me den un Oscar ¿Qué les parece si les regalo a Isadora? O mejor a Isabella, deben pensar que estoy feliz con tener otros seres dentro de mi.
– no se ofenda, no fue nuestra intención…
– No, no son los primeros que me creen falsa y oportunista, y seguro no serán los últimos, ¿Qué razón tendría yo de matar a mi esposo? Él era el único que me entendía y me apoyaba y jamás me miró con esos ojos de lástima y temor que tienen ustedes, incluso Brigitte sentía miedo de tratar mi caso, gracias a Dios ahora ella cree en mi, y ha sido la única terapeuta que no ha dejado el pelero como los anteriores.

   Isamar inhalaba y exhalaba mas a prisa, sus manos estaban inquietas, tomó un respiro profundo y continuó hablando:
– Sé que su trabajo aquí es investigar a fondo mi situación, independientemente si creen o no en mi TID (*), pero les aseguro que no hay mucho que contar, el origen de esto en mis 16 años, pero la razón principal es ignorada tanto por mi como por mis alter-egos, muchos aseguran que fue por la muerte de mis padres, pero otros expertos dicen que no es suficiente trauma para ocasionarlo. Mis especialistas han tratado de todo, desde hipnosis, hasta electrochoques, y sinceramente no quiero volver a pasar por eso. Si tienen que condenarme, háganlo, realmente sin Arnaldo mi vida ya no vale nada.
– No hable así Sra. Cordero – dijo Gabriel ofreciéndole una servilleta para secar sus lágrimas – haremos lo necesario para llegar al fondo de todo, confíe en Dios y verá que todo tendrá solución.
– Es muy amable – respondió Isamar – pero no es tan simple, realmente no sé como terminará, el fiscal presentó todas las pruebas que me acusan y mi abogado no tiene como defenderme.
– Pero recuerde que nosotros tenemos la última palabra.
– es la primera vez que un jurado se involucra tanto en la investigación de un caso.
– es por la complejidad que esto tiene, queremos ser lo mas justos posibles.
– Por lo menos les puedo asegurar que desconozco totalmente mi participación en el supuesto crimen.
– ¿estaba usted bloqueada? – preguntó Mariah – es decir, probablemente otra “persona” ocupaba su cuerpo y…
– No, no han entendido – repuso Isamar – no pudimos ser ninguna de las tres, porque cuando alguna está “de turno” asumiendo mi cuerpo, las demás estamos conscientes de ello, pudiendo vernos, es decir, que si Isadora fue la que hubiese asesinado a Arnaldo, Isabella y yo nos habríamos dado cuenta, porque a pesar de no tener participación física en mi cuerpo, estaría presente de igual forma ¿ya me comprenden?
– creo que sí – dijo Seth – lo que dice es que las tres están en contacto constante aunque sea solo una la que haga uso del cuerpo.
– exactamente – respondió ella – mejor no lo hubiese dicho, asi mismo es, por eso les aseguro que ninguna de las tres pudo hacerlo a escondidas de las demás.
– ¿y si fue una cuarta personalidad? – preguntó Luis – alguien aparte de ustedes, alguien que ignoran pero que también tiene control de su cuerpo.
– Eso, eso es imposible – intervino la Dra Mendoza – yo me habría dado cuenta.
– es cierto – agregó Isamar – una cuarta personalidad no pasaría desapercibida.
– pues lo hizo – dijo Ana – o por lo menos así lo insinuó Isabella
– esto se complica más – agregó Ally – si existe un cuarto alter-ego ¿Por qué solo Isabella lo ha notado?
   Todos se miraron confusos, nadie tenia una respuesta para eso, Isamar se recostaba con su mirada confusa, mientras la Dra Mendoza sacaba una libreta y se disponía a escribir, apenas murmuraba: “increíble, simplemente increíble”



(*) Transtorno de Identidad Disociativa

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