jueves, 17 de enero de 2013

APOLIMIA ATACA AL REY - Capitulo 22 "¡Larga vida al Rey!"



Un mes después

B
élgica se preparaba para recibir la primavera, había sido centro del mayor magnicidio jamás visto en la historia de Europa, la monarquía belga estaba en peligro de extinción, solo había un sobreviviente: el príncipe Albert, pero el Concilio Real de Bruselas no quería ascenderlo al trono debido a su joven edad y su falta de preparación. Si tan solo Albert hubiese terminado sus estudios y se hubiese preparado tal como lo hizo Balduino, aún se podía llamar al Duque Theodore, el verdadero Duque Theodore, quien se encontraba en Malasia ignorando completamente lo sucedido, pero también carecía de preparación, además de llevar 10 años separado de la realeza belga. Luego de varios días de reuniones, discusiones, pros y contras; el Concilio aceptó ascender a Albert al trono, con una serie de condiciones.
– ¿Qué condiciones? – preguntó Albert al ser llamado ante el Concilio Real
– por ser linaje directo del Rey Leopoldo, estamos en la obligación de nombrarte como su sucesor, sin embargo deberás acatar las siguientes imposiciones: 
1.  Terminarás tus estudios, esta vez los mejores maestros vendrán al castillo de Laeken para enseñarte. 
2.  Deberás tomar el curso de capacitación para monarcas mientras ejerces como Rey.
3. Tendrás dos Consejeros destinados única y exclusivamente para atender asuntos políticos, administrativos y sociales. 
4. Desde tu coronación hasta un año exacto después, Deberás consultar y asesorarte con el Concilio Real antes de tomar cualquier decisión. 
5. La más importante, Eres libre de elegir a tu futura esposa, pero tienes un mes exacto para hacerlo, de lo contrario no podrás ser proclamado Rey de los Belgas.
   Esas son todas las condiciones ¿algo que decir?
– solo quiero decirles – comentó Albert – que acepto y cumpliré con cada una de sus exigencias, mi padre así lo hubiese querido, además, ya tengo a mi futura esposa
– ¿Cómo? Si nunca lo hemos visto relacionado sentimentalmente con nadie
– lo sé, no quería que la involucraran con la familia, porque siempre pensé que era Balduino el que ascendería al trono, y luego su hijo, pero llevo dos años de romance con ella, y si ustedes así lo deciden, podremos casarnos lo mas pronto posible
– ¿Quién es la afortunada dama?
Mademoiselle Beatrix Stonen, hija de Monsieur Tom Stonen, uno de los hombres mas ricos de Suiza, que en paz descanse.
   Obviamente el Concilio nunca supo sobre el escándalo entre el Rey Leopoldo y la futura esposa de Albert, de lo contrario, no la hubiesen aceptado.

   Una semana después se estaba realizando la majestuosa Boda entre el Príncipe Albert y Beatrix, quien desde luego no era otra que Amy Kassan; Al fin y al cabo, el plan de Gracy dio resultado de principio a fin, había logrado que su amiga Amy llegase a ser la reina de Bélgica.


   Por otro lado, en Barcelona, España, el detective Julián Montiel aun le seguía los pasos a Gracy Vilman, dejó de ser una necesidad para él y comenzó a convertirse en obsesión. Efectivamente, allí se encontraba ella junto a su fiel compañero Richard Favelli quien no era otro que Rick Casetti, ellos sabían muy bien que el detective Montiel los seguía y se divertían con eso, tenían la capacidad de perder su rastro cuando mejor les conviniese.
   Gracy se sentía satisfecha porque su plan de años de preparación había salido tal como fue planificado; una llamada entrante en su teléfono interrumpió sus pensamientos.
– Un placer escuchar su voz, Su Majestad – decía ella
– Nunca olvidaré lo que hiciste por mí – decía una voz al otro lado de la línea – mil felicidades Apolimia, nadie nunca sospechó nada de nuestro pacto
– todo gracias a ti, también fuiste parte del Proyecto Apolimia, al ir personalmente a París y conseguir la réplica exacta de la corona
– así es, reconozco que fue arriesgado, afortunadamente nadie me reconoció
– pero valió la pena, Albert – acotó Gracy – nuestro plan dio resultado, Tú y Amy tenían que llegar al trono, tal como lo ideamos, lástima por Balduino, era tan iluso…
– no hables así de mi hermano, su memoria será recordada por siempre, pero… no merecía ser Rey, iluso fue ese Phil, creyendo que podía eliminarme tan fácilmente
– pobre Adrián, le encargué que te matase porque sabía que tú te desharías de él, era muy orgulloso, no lo extrañaré y menos a Martine y sus múltiples alter-egos
– y ese Scott ¿crees que vuelva?
– tal vez si, quizás no, igual estaré preparada, le di una gran lección, creo que hasta me caía bien… En fin, mucho éxito en tu reinado, salúdame a al Reina Amy… es decir, Reina Beatrix
– siempre te estaremos agradecidos Gracy, puedes pedir lo que quieras, lo que sea
 – lo tendré en cuenta – respondió ella – algún día necesitaré de ese favor, por los momentos ¡Larga vida al Rey!
   Luego de colgar, Gracy seguía hablando con Richard sobre sus planes futuros, una lágrima corría por su mejilla, tal vez por el triunfo o quizá porque después de todo sentía algo por Balduino; Sin embargo Julián seguía esperando el momento para atraparla, estaba seguro que lo haría, pronto se jubilaría y solo se dedicaría a seguir el rastro de la nómada asesina Apolimia.


   Días después, al otro lado del océano, específicamente en Vancouver, Canadá; Scott Campbell visitaba la tumba de su esposa, llevaba a su pequeño hijo con él, ahora solo eran ellos dos contra el mundo. Allí mismo, de rodillas junto a su tumba, habló diciendo:
– Juro que vengaré tu muerte Rachel, Juro ante ti, ante Dios y ante el mismo demonio, que Gracy Vilman pagará con sangre, será mi mayor reto, el crimen mas perfecto que jamás haya realizado, tu muerte no quedará impune.
– ¿Qué dices papá? – preguntó el pequeño Jimmy
– nada hijo, son cosas entre tu madre y yo.
   Ambos se retiraron y caminaron a lo largo del cementerio, Scott veía en el periódico que llevaba en su mano que el nuevo Rey de Bélgica, Albert II, sería coronado ese día, “¡Larga vida al Rey!” decía el encabezado, Scott lo tiró al cesto de basura antes de subir con su hijo a un taxi.
– ¿Qué te parece si nos mudamos a otro país, hijo?
– me encantaría papá ¿a dónde?
– ya lo veremos hijo, ya lo veremos.
   El taxi se alejaba mientras los rayos del sol comenzaban a derretir la nieve acumulada en las calles, indicando así que el invierno había finalizado.




FIN.

2 comentarios:

  1. OMG tio me ha encantado esta historia, no es real o si? es que hay mucha similitud con la realeza belga, mas que todo en los nombres, un besín

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    1. No, no es real, aunque son los mismos nombres de la realeza belga (o la mayoría de ellos) es una historia ficticia, gracias por tu comentario.
      saludos.

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