Un mes después
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élgica
se preparaba para recibir la primavera, había sido centro del mayor magnicidio
jamás visto en la historia de Europa, la monarquía belga estaba en peligro de
extinción, solo había un sobreviviente: el príncipe Albert, pero el Concilio
Real de Bruselas no quería ascenderlo al trono debido a su joven edad y su
falta de preparación. Si tan solo Albert hubiese terminado sus estudios y se
hubiese preparado tal como lo hizo Balduino, aún se podía llamar al Duque
Theodore, el verdadero Duque Theodore, quien se encontraba en Malasia ignorando
completamente lo sucedido, pero también carecía de preparación, además de
llevar 10 años separado de la realeza belga. Luego de varios días de reuniones,
discusiones, pros y contras; el Concilio aceptó ascender a Albert al trono, con
una serie de condiciones.
– ¿Qué
condiciones? – preguntó Albert al ser llamado ante el Concilio Real
– por
ser linaje directo del Rey Leopoldo, estamos en la obligación de nombrarte como
su sucesor, sin embargo deberás acatar las siguientes imposiciones:
1. Terminarás
tus estudios, esta vez los mejores maestros vendrán al castillo de Laeken para
enseñarte.
2. Deberás
tomar el curso de capacitación para monarcas mientras ejerces como Rey.
3. Tendrás
dos Consejeros destinados única y exclusivamente para atender asuntos
políticos, administrativos y sociales.
4. Desde
tu coronación hasta un año exacto después, Deberás consultar y asesorarte con
el Concilio Real antes de tomar cualquier decisión.
5. La más
importante, Eres libre de elegir a tu futura esposa, pero tienes un mes exacto
para hacerlo, de lo contrario no podrás ser proclamado Rey de los Belgas.
Esas son todas las condiciones ¿algo que
decir?
– solo
quiero decirles – comentó Albert – que acepto y cumpliré con cada una de sus
exigencias, mi padre así lo hubiese querido, además, ya tengo a mi futura
esposa
– ¿Cómo?
Si nunca lo hemos visto relacionado sentimentalmente con nadie
– lo
sé, no quería que la involucraran con la familia, porque siempre pensé que era
Balduino el que ascendería al trono, y luego su hijo, pero llevo dos años de
romance con ella, y si ustedes así lo deciden, podremos casarnos lo mas pronto
posible
– ¿Quién
es la afortunada dama?
– Mademoiselle Beatrix Stonen, hija de Monsieur Tom Stonen, uno de los hombres
mas ricos de Suiza, que en paz descanse.
Obviamente el Concilio nunca supo sobre el
escándalo entre el Rey Leopoldo y la futura esposa de Albert, de lo contrario,
no la hubiesen aceptado.
Una semana después se estaba realizando la
majestuosa Boda entre el Príncipe Albert y Beatrix, quien desde luego no era
otra que Amy Kassan; Al fin y al cabo, el plan de Gracy dio resultado de
principio a fin, había logrado que su amiga Amy llegase a ser la reina de
Bélgica.
Por otro lado, en Barcelona, España, el
detective Julián Montiel aun le seguía los pasos a Gracy Vilman, dejó de ser
una necesidad para él y comenzó a convertirse en obsesión. Efectivamente, allí
se encontraba
ella junto a su fiel compañero Richard Favelli quien no era otro que Rick
Casetti, ellos sabían muy bien que el detective Montiel los seguía y se
divertían con eso, tenían la capacidad de perder su rastro cuando mejor les
conviniese.
Gracy se sentía satisfecha porque su plan de
años de preparación había salido tal como fue planificado; una llamada entrante
en su teléfono interrumpió sus pensamientos.
– Un
placer escuchar su voz, Su Majestad – decía ella
– Nunca
olvidaré lo que hiciste por mí – decía una voz al otro lado de la línea – mil
felicidades Apolimia, nadie nunca sospechó nada de nuestro pacto
– todo
gracias a ti, también fuiste parte del Proyecto Apolimia, al ir personalmente a París y conseguir la réplica exacta de la corona
– así
es, reconozco que fue arriesgado, afortunadamente nadie me reconoció
– pero
valió la pena, Albert – acotó Gracy – nuestro plan dio resultado, Tú y Amy
tenían que llegar al trono, tal como lo ideamos, lástima por Balduino, era tan
iluso…
– no
hables así de mi hermano, su memoria será recordada por siempre, pero… no merecía
ser Rey, iluso fue ese Phil, creyendo que podía eliminarme tan fácilmente
– pobre
Adrián, le encargué que te matase porque sabía que tú te desharías de él, era muy
orgulloso, no lo extrañaré y menos a Martine y sus múltiples alter-egos
– y ese
Scott ¿crees que vuelva?
– tal
vez si, quizás no, igual estaré preparada, le di una gran lección, creo que hasta
me caía bien… En fin, mucho éxito en tu reinado, salúdame a al Reina Amy… es
decir, Reina Beatrix
–
siempre te estaremos agradecidos Gracy, puedes pedir lo que quieras, lo que sea
– lo tendré en cuenta – respondió ella – algún
día necesitaré de ese favor, por los momentos ¡Larga vida al Rey!
Luego de colgar, Gracy seguía hablando con
Richard sobre sus planes futuros, una lágrima corría por su mejilla, tal vez
por el triunfo o quizá porque después de todo sentía algo por Balduino; Sin
embargo Julián seguía esperando el momento para atraparla, estaba seguro que lo
haría, pronto se jubilaría y solo se dedicaría a seguir el rastro de la nómada
asesina Apolimia.
Días después, al otro lado del océano,
específicamente en Vancouver, Canadá; Scott Campbell visitaba la tumba de su
esposa, llevaba a su pequeño hijo con él, ahora solo eran ellos dos contra el
mundo. Allí mismo, de rodillas junto a su tumba, habló diciendo:
– Juro
que vengaré tu muerte Rachel, Juro ante ti, ante Dios y ante el mismo demonio,
que Gracy Vilman pagará con sangre, será mi mayor reto, el crimen mas perfecto
que jamás haya realizado, tu muerte no quedará impune.
– ¿Qué
dices papá? – preguntó el pequeño Jimmy
– nada
hijo, son cosas entre tu madre y yo.
Ambos se retiraron y caminaron a lo largo
del cementerio, Scott veía en el periódico que llevaba en su mano que el nuevo
Rey de Bélgica, Albert II, sería coronado ese día, “¡Larga vida al Rey!” decía el encabezado, Scott lo tiró al cesto
de basura antes de subir con su hijo a un taxi.
– ¿Qué
te parece si nos mudamos a otro país, hijo?
– me
encantaría papá ¿a dónde?
– ya lo
veremos hijo, ya lo veremos.
El taxi se alejaba mientras los rayos del
sol comenzaban a derretir la nieve acumulada en las calles, indicando así que
el invierno había finalizado.
FIN.
OMG tio me ha encantado esta historia, no es real o si? es que hay mucha similitud con la realeza belga, mas que todo en los nombres, un besín
ResponderEliminarNo, no es real, aunque son los mismos nombres de la realeza belga (o la mayoría de ellos) es una historia ficticia, gracias por tu comentario.
Eliminarsaludos.