miércoles, 16 de enero de 2013

VEREDICTO MÚLTIPLE - Capitulo 11 "Hipótesis"



L
a noche caía lentamente, mientras los miembros del jurado se encontraban en el despacho judicial, por ultima vez, ya que al día siguiente se realizaría el juicio contra Isamar, ellos aun no llegaban a un veredicto unánime.
– Mañana es el juicio y aun estamos en desacuerdo – decía Ana, la presidenta del jurado.
– Mariah y yo investigamos lo de la hija de Isamar – mencionó Gabriel – encontramos el documento de defunción, efectivamente la pequeña falleció a los pocos días de nacida, hace siete años.
– ¿Por qué la Dra Mendoza nunca lo mencionó en sus informes?
– Tal vez nunca lo supo
– claro que tendría que saberlo, ya estaba tratando a Isamar, y Arnaldo tuvo que decírselo.
– no lo sé – dijo Luis – tal vez, ese fue el detonante para el trastorno de Isamar ¿no creen?
– No – afirmó Seth – la muerte de su hija la deprimió bastante, pero ella ya tenía esa enfermedad antes de eso.
– ¿y si ella mató a su hija?
– no es así – recalcó Mariah – cuando la hija de Isamar murió, ella estaba de compras
– Arnaldo era quien cuidaba a la niña.
– ¿Cómo murió?
– a ver, según el informe forense, la pequeña murió asfixiada, cuando quedó atrapada debajo de un cojín
– me parece absurdo, nadie se asfixia por estar debajo de un cojín.
– un bebé recién nacido si
– ya todas estas ¿Por qué Isamar, estando recién parida, iba de compras? ¿No podía ir Arnaldo?
– buena pregunta, es una gran pregunta
– cierto, lo más lógico era que Arnaldo se encargara de las compras del hogar para que Isamar no hiciera esfuerzos ya que estaba amamantando a su hija.
– a menos que no fuera Isamar la que estaba de compras
– ¿Te refieres a Isadora?
– no, mas bien Isabella, Isadora no parece de las que van al mercado
– pero podía ir a un Centro Comercial a comprar ropa o algo por el estilo, le gusta presumir su buen gusto en moda.
– entonces, uno de los alter-egos de Isamar hacía estragos afuera, mientras Arnaldo mataba a su hija
– no puedes estar seguro de eso
– si, ¿Por qué Arnaldo mataría a su hija?
– tal vez no era su hija
– ya estás viendo muchas novelas, no hay absolutamente nada que respalde eso, al contrario, Arnaldo e Isamar se amaban profundamente
– Si, pero Isadora e Isabella no, y eso pudo…
– olvídalo – interrumpió Angie – eso fue hace años, no es motivo para este crimen.
– lo es, si Isamar se enteró ahora que Arnaldo mató a su bebé, tal vez accidentalmente; pudo fácil cometer el crimen.
– es un buen motivo
– estamos especulando, y no nos apoyamos en las evidencias.
– evidencias que condenan y acusan a Isamar
– yo sigo creyendo que es Isadora la que ocupó el cuerpo de Isamar mientras asesinaba a Arnaldo – dijo rápidamente Seth
– sin embargo – mencionó Ally – me parece que Isabella con su carita de “yo no fui” pudo cometer ese crimen
– sea cual sea el caso, sigue siendo Isamar la autora física – aclaró Ana
– correcto, pero no iría a la cárcel – dijo Luis
– sino al manicomio… digo… a una Institución Mental – afirmó Angie
– ¿eso significa que ya tenemos un veredicto?
– Así es, por unanimidad ya tenemos un veredicto.
   Todos sonrieron de satisfacción, uno por uno fueron firmando el documento que presentarían ante el estrado, sin embargo aun faltaba la exposición de la fiscalía y la defensa, y si presentaban nuevas evidencias que lograran convencerlos, el veredicto podía cambiar.


   Esa misma noche, Isamar hablaba de nuevo con sus dos “alter-egos” dentro de ella.
– Mañana se decide todo
– no te preocupes, estaremos bien
– nunca descubrirán nada
– eso espero, porque si me condenan a prisión…
– te dije que eso no pasará
– ¿Por qué estás tan segura?
– porque hice un trato con uno de ellos
– ¿hiciste que? No puedes confiar en ellos, son los que me condenarán.
– no lo harán, créeme que no lo harán
– cada día me sorprendes más
– si, no pensé que llegarías a eso
– vamos, no es el fin del mundo, solo estoy cuidando mis intereses
– nuestros intereses querrás decir
– como sea, el jurado nunca lo sabrá.

   Isadora e Isabella desaparecían, mientras Isamar se preparaba para dormir, una mirada tétrica y malévola se asomaba en su rostro; las horas pasaban y la luna se escondía lentamente para ver salir el sol.

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