martes, 15 de enero de 2013

EL INEFABLE DÍA TRECE - Capitulo 3 "Otro Rumbo"



A
hora que vamos a hacer? — preguntó Cindy.
—No lo sé — contestó Marco, —esperemos a ver que dice el chofer.
   El Conductor del Expreso volvió luego de revisar el estado del bus.
—El impacto rompió varias piezas y tenemos tres llantas desinfladas —dijo él — Quédense aquí mientras voy por ayuda.
—¿Se ha vuelto loco? — dijo Anya, —¿Nos piensa dejar solos a la intemperie?
—¿Sí? — respondió Luisana, —No podemos quedarnos aquí varados.
—Yo solo buscaré un teléfono cercano para llamar a la estación —aclaró el conductor.
—¿Y por qué no prueba con un celular? — sugirió Tamara.
—¿Ya lo probó Señorita? ¿Tiene cobertura?
—No, no hay señal.
—Yo tampoco tengo señal — dijo Geribeth.
—Ni nadie, porque en esta área no llega ninguna señal de ninguna línea — dijo el conductor.
—Maldito Blest — reprochó Ted, —Tienen buenos premios, pero la cobertura al aire libre es pésima.
—Pienso que debemos mantenernos juntos dentro del bus, allí estaremos más seguros — sugirió Julián.
—¿Y Ud. quien se cree? ¿Quién lo nombró líder? — reprochó Marco.
—Déjalo en paz, ¿Acaso no sabes quien es? — le dijo Rick, —Es el mejor detective del país: Julián Montiel.
—¿En serio?
—Pensé que era más viejo.
—Es un placer tenerlo con nosotros.
—He oído como ha resuelto varios casos confusos.
   La pequeña multitud presente se aglomeró alrededor de Julián con sumo interés en él, mientras que Geribeth se veía a un lado, ella ya no era el centro de atención, su fama había sido desplazada drásticamente a otra persona de la manera más inimaginable.
—Señores, ¡Señores! — gritó el conductor, —Iré a buscar ayuda ahora mismo.
—Yo lo acompaño — dijo Ted.
—Muchas gracias joven.
—¿Por qué no vamos todos? — sugirió Marco, —Vi una especie de hotel unos kilómetros atrás.
—Es cierto, también lo vi — aseguró Tamara, —Parecía mas bien una posada.
—De acuerdo — dijo Luisana, —Cualquier cosa será mejor para pasar la noche que este bus chocado.
—Entonces vamos, llevemos las valijas.
   El grupo entero tomó cada uno su equipaje y comenzaron la travesía hacia atrás, en busca de ese hotel. Marco, Cindy y Julián iban charlando de cómo afrontar algunos problemas de la vida; Rick y Tamara iban mas atrás conversando:
—Nunca me imaginé que tuvieras quince años, aparentas más.
—¿En serio Tamara? ¿Será que me dejarán entrar en la disco?
—Ja ja, creo que sí; Llámame y te consigo pasar.

   Más atrás de ellos caminaban Geribeth, Anya, Robbie y el Conductor. Geribeth les contaba sobre sus experiencias en otros países mientras Robbie alzaba su celular moviéndolo a todas las direcciones tratando de agarrar alguna señal en su móvil.
—Por lo menos seguimos en Arica.
—Si, vi un letrero hace rato que decía: “Bienvenido a la región de Arica”
   Mientras tanto Ted y Luisana los seguían:
—No puedo creer lo de la vaca en tu sueño.
—Ya viste Ted que sí ocurrió, te lo dije ¿no?
—Pero, ¿en verdad eres psíquica?
—No, nada de eso, es que solo a veces tengo presentimientos que se cumplen, ¿no sé por qué?
—Pero ese sueño que me contaste es de lo mas extraño, sobre todo ver una vaca comiendo maíz. ¿Qué tiene que ver el maíz?
   Ya habían llegado al pequeño hotel que más bien era una Posada. Luisana se detuvo mirando la posada muy asombrada, los demás ya habían entrado.
—Ted, ¡Mira! — le dijo señalando el letrero principal de la entrada.
   Ted alzó la vista y su cara de asombro denotó que estaba de acuerdo con la extraña mirada de Luisana, mientras leía el letrero que decía: “Bienvenidos a la Posada Maizén”.
—Allí tienes el “maíz” del sueño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario