Me encontré con Carlos y Viviana cerca del
lugar donde acamparíamos:
– Gracy, estás pálida – me dijo él –
¿encontraste a Gisela?
– Ella está...está...muerta, muerta,
mm...muerta – y al parecer me desmayé.
Cuando desperté solo vi a Laureen y los
Chelson que tapaban el cuerpo de Gisela en un terreno pantanoso cerca de allí.
– Gracy – me preguntó el Sr. Chelson – quiero
que me cuentes bien que pasó, ¿acaso viste algo o a alguien?
De inmediato recordé ver la figura que se
alejaba de la escena del crimen cuando llegué.
– Alguien estuvo allí – repliqué – cuando me
vio llegar huyó.
– ¿viste quien era? – preguntó Laureen con sumo
interés.
– No, solo vi que alguien se alejaba.
– ¿Hay alguien mas que haya venido con ustedes?
– preguntó el Sr. Chelson con su extraña manía en los ojos.
– solo nosotros – dijo Viviana
– Revisemos bien el lugar a ver si vemos a
alguien sospechoso rondando por aquí.
Las miradas de todos se cruzaron, luego miré
a Albert, no sé por qué, siempre me daba mala espina, bajaba la mirada y
sonreía, ¿qué puede ser tan gracioso en un momento como este?, definitivamente
hay algo extraño en él.
Parecía como si a nadie le importaba la
muerte de Gisela; Laureen y Albert fueron con los Chelson a revisar el lugar,
los demás nos quedamos armando el campamento, creo que solo pasaron unos diez o
quince minutos cuando me invadió el sueño y me dormí.
OCTUBRE 16
Temprano en la mañana fui a desayunar con
los chicos, Laureen trataba de llamar a los padres de Gisela para darles la noticia,
pobrecitos, ¡cuando se enteren...! no quiero ni imaginarlo, Nadie sentía
hambre, yo tampoco, apenas probamos los panecillos, ¿o eran pastelitos? Ni
siquiera lo noté, solo quería regresar a casa, pero... Mamá estaba de viaje y
Tía Norah no tenía teléfono en su casa, ¿cómo ella siendo millonaria no podía
pagar la línea del teléfono? No tenía sentido, realmente no lo tenía. Pensaba
mucho en Gisela, en su infancia, como nos conocimos en primaria cuando le
brindé un almuerzo, también en el deseo que tenía ella de ser una Bióloga
Marina, le encantaban los peces, a mi también, y estuve a punto de estudiar esa
carrera, creo que fue su influencia, ella no tenía como pagar sus estudios, y
su orgullo no dejaba que yo la ayudara,... pero... al fin y al cabo... ¿qué
importa eso?, ahora está muerta;
Seguía caminando pensando en ella cuando al
entrar en un salón de comida vacío, salía despavorida Tía Norah hacia mi.
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