C
|
erca del cuerpo de
Val, unos pasos se alejaban, lentamente su brazo se deslizaba por su cuerpo,
eran las siete en punto, pero el reloj de muñeca que mostraba, marcaba las
seis; Valery Torres yacía inerte en el suelo, sin vida.
Una hora después llegó la policía; un hombre
de mediana estatura, con cabello crespo castaño, y unos anteojos oscuros se
acercó al cadáver, lo examinó y se dirigió a la patrulla, tomó el comunicador y
dijo:
— Soy el oficial
Tompson… ¿Dónde están los criminalistas que aún no llegan?... cambio
— Ya van en camino
— respondió una voz — cambio.
Como ya había anochecido, la búsqueda iba a
ser más difícil, pero no imposible, un escuadrón de soldados y perros,
rastreaban el lugar en busca de evidencias invisibles como rastros de drogas
incoloras, mientras el equipo de criminalistas investigaba la escena.
— Encontré un
pedazo de carnet, Señor — dijo uno de los investigadores.
— ¿De quien es? —
preguntó Jeremy Tompson.
— No tiene nombre
Señor, pero dice Empresas TOMMIE’S o algo así, el carnet está partido
— La Empresa
TOMMIE’S, la conozco, iremos a investigar allá de una vez.
— ¡Espere Señor!,
venga a ver — exclamó el cabo Yuls.
— ¿Qué sucede?
— Observe el reloj
de la occisa, está atrasado una hora
— ¿Y eso qué? —
contestó otro investigador.
Reloj
en Reversa — 37
|
— De inmediato
Señor
A la mañana siguiente, Jeremy Tompson se
encontraba en la empresa TOMMIE’S S.A.
— Buenos días
Señorita, soy el oficial Tompson — le dijo a la secretaria de presidencia
mientras le mostraba su placa — Vengo a hablar con el Presidente de la empresa.
— El Sr. Rivers
está ocupado en este momento, pero cuando se desocupe…
— No Srta. Este es
un caso de homicidio
— ¡Homicidio! ¿De
quien?
— Permítame hablar
con el Dueño
— Espere un
momento.
Tommy Rivers se encontraba en su oficina
discutiendo con un hombre más alto y más joven que él.
— ¿Cómo te atreves
a acusarme de estafador? — decía Tommy.
— Sé que estás en
negocios sucios y te vas a meter en problemas — decía el otro hombre.
— No tienes
derecho a aparecerte de pronto aquí y reclamarme y criticar mis negocios
— Pero le prometí
a mamá que te sacaría de estos caminos, Tom
— Mamá murió hace
un año, olvídate de eso Patrick. Tú no puedes hacer nada, yo no estoy en
negocios sucios ni en nada ilegal — dijo Tommy.
En ese momento entró Anastasia muy alterada:
— Disculpe Sr.
Rivers, un oficial de policía está aquí, y quiere interrogarlo — dijo ella.
— ¿Sobre qué?
— Creo que un
asesinato
— ¡Así que no
estás metido en algo sucio!, ¿eh? — dijo sarcásticamente Patrick.
— Cierra la boca
Patrick, y lárgate de aquí — dijo Tommy furioso.
Patrick salió y se dirigió al ascensor, bajó
al primer piso, pero antes de salir se detuvo en una biblioteca, entró y revisó
algunos libros, miró a todos lados, no vio a nadie, así que cerró la puerta
tras sí, con llave, para buscar o hacer algo. Sea lo que fuere le costaría muy
caro.
Mientras tanto Jeremy estaba conversando con
Tommy en su oficina.
— ¿Conoce Ud. a
esta joven? — dijo Jeremy mostrándole la fotografía de Val.
— Si, es Valery,
ella trabajaba aquí
— ¿Trabajaba? —
preguntó rápidamente Jeremy.
— Sí, es que fue
despedida — respondió Tommy.
— ¿Sabía Ud. que
ella fue asesinada anoche?
— No señor, no lo
sabía, ¿Cómo fue que la mataron?
— Fue golpeada con
un objeto de metal
— ¿Y yo que tengo
que ver en eso?
— Usted dígame —
contestó Jeremy.
— ¿Me está
acusando de algo?
— No. Simplemente
investigo
— Entonces haga
bien su trabajo, y no se base en suposiciones — dijo Tommy muy alterado.
Reloj
en Reversa — 39
|
— Por desobedecer
una orden
— ¿Y esa orden iba
en contra de la ética profesional o moral?
— ¿Qué insinúa?...
— esta vez Tommy se alteraba más escuche oficial, soy una persona seria y
responsable, y si no tiene nada más que preguntar, le ruego que se marche.
Jeremy salió, y luego dijo en voz baja:
— Sé que estás
ocultando algo Tommy Rivers, y lo voy a descubrir pronto.
Horas más tarde,
Tommy recibió una llamada.
— Leticia, ¡que
sorpresa! ¿Qué se te ofrece?
— Recibí un reloj
húngaro en mi casa, pero al parecer es para ti.
— Sí, es cierto,
olvidé darles mi nueva dirección. Lo siento, iré por el.
— Oye Tommy, no sabía
que te gustaban los relojes
— Yo los
colecciono, sobre todo los antiguos, ese reloj húngaro ya no se fabrica
— Vaya, me sigues
sorprendiendo — dijo Leticia.
Temprano en la
mañana del siguiente día, Tommy buscó el reloj en casa de Leticia, Brian ya se
iba al colegio:
— Bendición Pa’
¿me llevas?
— No hijo, hoy no
puedo, pero otro día te daré una sorpresa que te gustará, ¿te parece?
— ¡Que fino! —
exclamó contento Brian. — ¿Qué es?
— Si te lo digo,
dejará de ser una sorpresa
— Mas tarde voy a
trabajar — dijo Leticia a Tommy.
— Está bien.
Tommy se despidió y se fue. En el camino
abrió el reloj, y sacó un diamante “escondido”, lo miró detenidamente
colocándolo frente a la luz mientras asentía con la cabeza; Al llegar a la
empresa, estaba distraído, su secretaria lo saludó, pero él seguía angustiado por
el negocio “sucio”, apenas respondió susurrando:
— Buenos días
Anastasia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario