lunes, 14 de enero de 2013

RELOJ EN REVERSA - Capitulo 9 "Investigación"



C
erca del cuerpo de Val, unos pasos se alejaban, lentamente su brazo se deslizaba por su cuerpo, eran las siete en punto, pero el reloj de muñeca que mostraba, marcaba las seis; Valery Torres yacía inerte en el suelo, sin vida.
  Una hora después llegó la policía; un hombre de mediana estatura, con cabello crespo castaño, y unos anteojos oscuros se acercó al cadáver, lo examinó y se dirigió a la patrulla, tomó el comunicador y dijo:
— Soy el oficial Tompson… ¿Dónde están los criminalistas que aún no llegan?... cambio
— Ya van en camino — respondió una voz — cambio.
  Como ya había anochecido, la búsqueda iba a ser más difícil, pero no imposible, un escuadrón de soldados y perros, rastreaban el lugar en busca de evidencias invisibles como rastros de drogas incoloras, mientras el equipo de criminalistas investigaba la escena.
— Encontré un pedazo de carnet, Señor — dijo uno de los investigadores.
— ¿De quien es? — preguntó Jeremy Tompson.
— No tiene nombre Señor, pero dice Empresas TOMMIE’S o algo así, el carnet está partido
— La Empresa TOMMIE’S, la conozco, iremos a investigar allá de una vez. 
— ¡Espere Señor!, venga a ver — exclamó el cabo Yuls.
— ¿Qué sucede?
— Observe el reloj de la occisa, está atrasado una hora
— ¿Y eso qué? — contestó otro investigador.
Reloj en Reversa  —  37
— Todo es importante — dijo el oficial Tompson — cualquier detalle es indispensable, lleve el reloj al laboratorio y busque huellas
— De inmediato Señor
  A la mañana siguiente, Jeremy Tompson se encontraba en la empresa TOMMIE’S S.A.
— Buenos días Señorita, soy el oficial Tompson — le dijo a la secretaria de presidencia mientras le mostraba su placa — Vengo a hablar con el Presidente de la empresa.
— El Sr. Rivers está ocupado en este momento, pero cuando se desocupe…
— No Srta. Este es un caso de homicidio
— ¡Homicidio! ¿De quien?
— Permítame hablar con el Dueño
— Espere un momento.

  Tommy Rivers se encontraba en su oficina discutiendo con un hombre más alto y más joven que él.
— ¿Cómo te atreves a acusarme de estafador? — decía Tommy.
— Sé que estás en negocios sucios y te vas a meter en problemas — decía el otro hombre.
— No tienes derecho a aparecerte de pronto aquí y reclamarme y criticar mis negocios
— Pero le prometí a mamá que te sacaría de estos caminos, Tom
— Mamá murió hace un año, olvídate de eso Patrick. Tú no puedes hacer nada, yo no estoy en negocios sucios ni en nada ilegal — dijo Tommy.

  En ese momento entró Anastasia muy alterada:
— Disculpe Sr. Rivers, un oficial de policía está aquí, y quiere interrogarlo — dijo ella.
— ¿Sobre qué?
— Creo que un asesinato
— ¡Así que no estás metido en algo sucio!, ¿eh? — dijo sarcásticamente Patrick.
— Cierra la boca Patrick, y lárgate de aquí — dijo Tommy furioso.
  Patrick salió y se dirigió al ascensor, bajó al primer piso, pero antes de salir se detuvo en una biblioteca, entró y revisó algunos libros, miró a todos lados, no vio a nadie, así que cerró la puerta tras sí, con llave, para buscar o hacer algo. Sea lo que fuere le costaría muy caro.
  Mientras tanto Jeremy estaba conversando con Tommy en su oficina.
— ¿Conoce Ud. a esta joven? — dijo Jeremy mostrándole la fotografía de Val.
— Si, es Valery, ella trabajaba aquí
— ¿Trabajaba? — preguntó rápidamente Jeremy.
— Sí, es que fue despedida — respondió Tommy.
— ¿Sabía Ud. que ella fue asesinada anoche?
— No señor, no lo sabía, ¿Cómo fue que la mataron?
— Fue golpeada con un objeto de metal
— ¿Y yo que tengo que ver en eso?
— Usted dígame — contestó Jeremy.
— ¿Me está acusando de algo?
— No. Simplemente investigo
— Entonces haga bien su trabajo, y no se base en suposiciones — dijo Tommy muy alterado.
Reloj en Reversa  —  39
— ¿Por qué despidió a la Srta. Valery Torres?
— Por desobedecer una orden
— ¿Y esa orden iba en contra de la ética profesional o moral?
— ¿Qué insinúa?... — esta vez Tommy se alteraba más escuche oficial, soy una persona seria y responsable, y si no tiene nada más que preguntar, le ruego que se marche.
  Jeremy salió, y luego dijo en voz baja:
— Sé que estás ocultando algo Tommy Rivers, y lo voy a descubrir pronto.

Horas más tarde, Tommy recibió una llamada.
— Leticia, ¡que sorpresa! ¿Qué se te ofrece?
— Recibí un reloj húngaro en mi casa, pero al parecer es para ti.
— Sí, es cierto, olvidé darles mi nueva dirección. Lo siento, iré por el.
— Oye Tommy, no sabía que te gustaban los relojes
— Yo los colecciono, sobre todo los antiguos, ese reloj húngaro ya no se fabrica
— Vaya, me sigues sorprendiendo — dijo Leticia.

Temprano en la mañana del siguiente día, Tommy buscó el reloj en casa de Leticia, Brian ya se iba al colegio:
— Bendición Pa’ ¿me llevas?

— No hijo, hoy no puedo, pero otro día te daré una sorpresa que te gustará, ¿te parece?
— ¡Que fino! — exclamó contento Brian. — ¿Qué es?
— Si te lo digo, dejará de ser una sorpresa
— Mas tarde voy a trabajar — dijo Leticia a Tommy.
— Está bien.
  Tommy se despidió y se fue. En el camino abrió el reloj, y sacó un diamante “escondido”, lo miró detenidamente colocándolo frente a la luz mientras asentía con la cabeza; Al llegar a la empresa, estaba distraído, su secretaria lo saludó, pero él seguía angustiado por el negocio “sucio”, apenas respondió susurrando:
— Buenos días Anastasia.

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