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o podrás destruir
mis planes — decía Tommy a su hijo mientras lo llevaba a su oficina tomándolo
fuertemente del brazo.
— No puedes
impedírmelo Papá, ni tú ni nadie
— ¿Quieres
apostar?
— No es justo
— ¡Ya basta
jovencito!
La secretaria de Tommy había escuchado los
gritos y se acercó.
— Pero Señor, es
sólo un niño — dijo ella.
— No te metas en
esto Anastasia, te lo pido — reprochó Tommy.
— Si Señor—
respondió pasivamente, y se retiró.
Tommy y Brian salieron de la empresa y
llegaron a una especie de bodega que estaba bastante retirada.
Ya no se escuchaban más gritos, padre e hijo
estaban calmados; De repente en un tono de tristeza y con lágrimas en los ojos,
el pequeño Brian le preguntó a su padre.
— ¿Le harás algo a
Mamá? ¿Se lo dirás tú o lo haré yo?
— Ella no puede
enterarse, además todo depende de cómo te comportes
— ¿Qué le vas a
decir?
— Nada, si tú
colaboras conmigo
— No quiero morir,
tú no serías capaz de hacerme daño ¿verdad papá?, ¿ni a Mamá?
— Ya hablamos de
eso, Brian
Brian continuaba llorando y gimiendo.
— ¡Oh Vamos!, no
me vas a convencer con esa cara de niñito triste — decía Tommy — te conozco
bien y sé que eres muy astuto
— Y ¿Qué harás
conmigo? ¿m… me… vas… a… matar?
— Por lo pronto te
quedarás encerrado aquí hasta arreglármelas con tu madre.
— No lo hagas,
déjala quieta, no me dejes encerrado, papá…por favor
Tommy salió y trancó con llave la puerta de
la bodega, y salió apresuradamente en su carro.
Luego llamó a Leticia desde su móvil:
— Hola Leti, llamo
para decirte que Brian dormirá en mi casa esta noche — dijo Tommy
— De acuerdo,
necesitará llevarse sus cosas
— No te preocupes,
él tiene todo eso aquí, yo se las compré: cepillo de dientes, jabón, toalla y
todo eso, mañana lo llevaré a su casa
— Ok, en ese caso
puedo salir a cenar con unas amigas — dijo Leticia.
A pesar de estar divorciados, Leticia
confiaba mucho en Tommy y nunca le ponía “peros” cuando él quería ver a su
hijo.
Ya eran las seis de la tarde cuando Tommy
recibió una llamada inesperada, habló un poco y salió corriendo.
Al llegar al primer piso de la empresa se
encontró con muchos abogados y sus socios;
sus caras de furia y miedo le decían que ya no querían seguir
invirtiendo en la empresa. Solo preguntó:
— ¿Esto es por el
escándalo de la Srta.
Sandra ?
— No solo por eso —
contestó uno de ellos — Han sido muchas muertes misteriosas aquí, no podemos
continuar así, lo siento.
Tommy no dijo nada, ni siquiera reclamó, él
sabía perfectamente que ellos tenían razón, él sabía más que nadie quien
ocasionó esas muertes “misteriosas”, no tenía elección, debía aceptar que su
empresa se fuese a pique.
— No podemos
quedar en bancarrota — reprochó Simón quien también estaba presente.
— No tenemos otra
salida — contestó Tommy.
— Todo es por ese…
Tommy interrumpió.
— Por ese nada,
Simón, mi familia es más importante que cualquier escándalo, esperaremos unos
días más para comunicárselo a los medios.
— Es tan injusto —
se lamentaba Simón.
—Brian también
piensa lo mismo — murmuraba Tommy.
Ya era de noche, Brian estaba demasiado
tranquilo como para estar encerrado, y era porque estaba escribiendo una carta
o algo parecido:
“Mamá, si llegas a leer esto es porque estoy muerto, pero no sufras, yo
lo veía venir, no he sabido comportarme como papá quiere, ahora él está tras de
mi, probablemente para obligarme a seguir sus planes, yo no quiero hacerlo,
pero si no lo hago, no sé que pueda hacerme; Ya lo perdoné, y por eso, si
muero, estaré feliz de que tú también lo perdonaste; pero aun así estoy
asustado, ¿tú crees que papá sería capaz de matar a su propio hijo?, yo no lo
sé, pero no lo culpo, él siempre te ha amado, siempre te amará, al igual que
yo… te quiere, tu hijo Brian”
El rostro de Brian parecía tener un poco de
satisfacción y a la vez de miedo y angustia. Tomó la carta y la guardó en un
bolsillo de su pantalón; No había pasado mucho tiempo cuando la puerta de la
bodega comenzó a abrirse con llave, desde afuera.
— Debes huir ahora
mismo — le dijo Anastasia — Tu padre está furioso y no piensa con claridad
— Gracias
Anastasia — le dijo Brian. — eres un ángel
Brian corrió y se perdió a través de la
noche, probablemente a una parada de autobús, debía regresar pronto a su casa.
Al otro día cuando el sol comenzaba a salir,
todo avanzaba con tranquilidad, cuando Leticia se despertó y se dio cuenta de
que Brian no estaba en su habitación.
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