lunes, 14 de enero de 2013

RELOJ EN REVERSA - Capitulo 4 "Pobre Sandra"



H
abían transcurrido apenas unos pocos minutos, cuando alguien vino corriendo a avisarle a Tommy de otra desgracia. Nuevamente la empresa TOMMIE’S S.A. estaba envuelta en un escándalo.
— ¡Señor, tiene que venir! — decía un empleado.
— ¿Qué ocurre? — preguntó Tommy.
— La jovencita, su amiga… está… muerta
— ¿Quién? — y de inmediato se apresuró al pasillo.
— Sígame, Señor.
  Y fueron a las escaleras del edificio donde mucha gente se había concentrado para ver; y allí mismo, al pie de las escaleras del tercer piso yacía el cuerpo sin vida de Sandra Dumort.
— ¡No puede ser! — exclamó Tommy — es Sandra
  Las autoridades ya estaban allí a cargo del Inspector Morris, quien no dejaba que nadie más se acercara.
— La sangre en varios escalones nos asegura que ella cayó por las escaleras — dijo Morris.
— Pobre chica — dijo un empleado, — debió tropezar con esos tacones que lleva puesto
— No tuvo que ser precisamente un accidente, alguien la pudo empujar — recalcó uno de los investigadores criminalistas del lugar.
  Tommy sabía que la deducción del policía no era tan descabellada, y se acercaba a la realidad.
— Aún no sabemos si la muerte del Oficial Tompson fue accidental— le dijo el Inspector Morris a Tommy.
— ¿Por qué siempre ocurren siniestros aquí?
Reloj en Reversa  —  17
— Es lo mismo que me pregunto yo Sr. Rivers, alguien quiere dejar mal parada su empresa.
— Eso es lo que temo, Oficial — contestó Tommy.
  Poco después, en privado, el médico forense le dice al oficial Morris que de acuerdo al hígado de la Srta. Dumort, su muerte fue entre las cuatro y seis de la tarde.
— ¿Qué hora es? — preguntó el Oficial.
— Son las ocho y media de la mañana, Señor — contestó el forense.
— Entonces… ¿Por qué el reloj de la Srta. Dumort tiene las siete y media?
— Ella debe ser la asesina del oficial Tompson, ¿recuerda que el reloj del pasillo estaba atrasado también? — recalcó uno de los criminalistas que estaba allí presente.
— O tal vez, éste no sea su reloj; quiero que busquen huellas— dijo Morris.
— ¿Y si tampoco están en sistema?
— Debe haber alguna, un asesino con un expediente limpio no puede mantenerlo así por mucho tiempo.

  Por otro lado, ya era muy tarde para evitar que los medios llegaran, todos sabían ya lo ocurrido y Tommy no paraba de recibir llamadas de sus socios, amenazándolo con retirar el capital de su empresa. Esto lo hizo enojar mucho.


— Tú debes estar involucrado en la muerte de Sandra y hasta en la de tu hermano — decía uno de los socios a Tommy por teléfono.
— No puedes creer eso, es absurdo — replicaba él.
— Retiraremos nuestro capital, no quiero seguir invirtiendo en una empresa de escándalos
— Por favor, no lo hagan
…Click… la llamada se cortó, obviamente le colgaron.

Al rato llegó Simón angustiado a la oficina de Tommy.
— Tom, tu hijo nos descubrió — decía Simón.
— ¿De que hablas? — preguntó indignado Tommy.
— Él sabe que tengo el pasaporte de Sandra, lo vio cuando se me cayó en la puerta.
— Por Dios… que torpe eres Simón, hablaré con él
  Tommy salió y vio que Brian estaba cerca de las escaleras, ya se habían llevado el cuerpo de Sandra, ahora solo estaban las cintas amarillas de “No Pase.”
— Tú mataste a Sandra, ¿verdad Papá? — preguntó Brian.
— Eso no es cierto, hijo, no es así, Simón y Sandra tenían una relación… Vamos a la oficina
— No iré contigo, no sé si confiar en ti Papá
— Vamos a hablar en privado
— Me mentiste papá, me mentiste
— ¿Te mentí?, ¿yo te mentí?, ¿crees que yo no sé lo que está pasando?
— Claro que lo sabes, tú eres el cómplice de ese asesino, o tú mismo lo eres — afirmó dudoso Brian.
— Ambos sabemos quien mató a Sandra y a ese policía — replicó Tommy seriamente.
— Entonces… ¡es verdad!...ya lo sabes
— Sí, es verdad, ya lo sé todo
— Yo no quería decírtelo papá, pero él me obligó a callar y me amenazó para que no lo delatara
  Los ojos de Tommy se llenaron de lágrimas y dijo:
Reloj en Reversa  —  19
— No tenía idea; Es más grave de lo que pensé, todo es culpa mía, no quería darme cuenta
— Tengo miedo Papá
  De inmediato Tommy soltó un llanto y abrazó fuertemente a su hijo diciéndole al oído:
— No te preocupes, yo te protegeré
— Y ¿Cómo lo harás? — preguntó el pequeño.
— Te llevaré lejos, a un lugar donde nadie nos conozca
  Brian se separó de su padre y con una mirada dudosa exclamó:
— Tú no quieres protegerme, Papá, lo que quieres es deshacerte de mi, porque te descubrí
— ¡Ya basta jovencito!, ya lo decidí, Tú no destruirás mis planes — decía Tommy, al mismo tiempo que lo llevaba del brazo con fuerza hacia su oficina.

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