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olo faltaba el
presidente de la empresa, los invitados ya habían llegado y la fiesta estaba
por comenzar. Allí se encontraban los socios y empleados, al igual que Simón
quien se sintió indignado con la presencia de Sandra.
— ¿Qué haces aquí?
— le dijo él a Sandra, — No te pueden ver en este lugar
— Nadie sabe quien
soy yo, solo estoy como una invitada más — respondió ella.
— ¿Por qué sigues
aquí? ¿Qué pretendes?
— No pretendo
nada, el hecho de que no quieras negociar conmigo, no significa que no me
importas — dijo ella mientras le acariciaba suavemente la mejilla.
— ¿Yo te importo?,
después de lo que me hiciste
— Yo no hice nada
de lo que tú no harías
— Pero no a ese
precio — respondió Simón inquieto.
— Pues, si todo
funciona bien, pronto me iré, ya que tengo nuevos documentos para salir del
país.
— Dame eso —
exclamó Simón mientras le arrebataba el pasaporte a Sandra junto con su pasaje;
ella comenzó a enojarse.
— Devuélveme eso
ahora mismo — exigió furiosa.
— ¡Nunca!, no
dejaré que huyas sin haber pagado
— Te voy a… — la
discusión fue interrumpida por el anfitrión quien anunciaba que la fiesta había
comenzado.
Tommy ya había llegado y Simón dejó a Sandra
y se acercó a él, luego lo llamó para hablar en privado en su oficina.
— Ella se tiene
que ir ahora — dijo Simón.
Reloj
en Reversa — 21
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— Sandra, Sandra
Dumort, no firmes ningún documento de ella, ella no es de fiar, no negocies con
ella.
— Pero… ¿por qué?,
¿acaso no es tu novia?
— ¿Novia?, No!,
ella es una traidora
— ¿Por qué hablas
así de ella, Simón?
— Escucha, no vas
a creer esto, pero Sandra es hermana de Val, ¿entiendes?
— ¿Val? ¿Quién es
Val?
— Tommy,
recuerda…Valery, la chica de producción; Sandra quiere vengar su muerte, y hará
lo que sea para embaucarte
— No es posible…
¿Sandra?
— Así es, y perdóname
por no decírtelo antes
— Estaré alerta,
pero ¿crees que ella sea una amenaza?
— No lo sé,
supongo que sí — respondió Simón con una mirada de confusión.
Mientras tanto Sandra estaba en un salón a
oscuras buscando unas carpetas en lo que parecía un archivo de biblioteca.
— Por aquí debe
estar — decía ella.
Ella seguía buscando algo; solo se oía la
música de la fiesta fuera del salón.
— ¿Qué es esto? —
exclamó Sandra mientras leía unos documentos que había encontrado, — Parece una
partida de nacimiento o un acta de matrimonio, ya que no se entiende bien
Ella seguía hablando sola:
— parece que dice
algo sobre la empresa
Luego comenzó a leer unas páginas más:
— Estos son
negocios ilegales firmados por Tommy, y dice que Simón Vallestes es el mayor
accionista de las empresas, pero ¿Por qué esto está escondido?, ¿Por qué Tommy
se hace pasar por el dueño si las acciones de la empresa son de Simón?… aquí
hay gato encerrado, aquí hay…
De pronto se oyeron unos pasos que se
acercaban, y ella cerró todo y salió apresuradamente, sintiendo que alguien la
seguía.
En efecto, Simón la vio salir y fue tras
ella, pero al éste llegar a la puerta se le cayó el pasaporte de Sandra justo
frente a Brian, quien iba entrando. Simón saludó al pequeño y se marchó rápida
y nerviosamente de la fiesta.
Al día siguiente todos comentaban lo buena
que había sido la fiesta; Tommy estaba en su oficina desde temprano, algo
inusual en él; hablaba por teléfono algo inquieto y nervioso, luego colgó; unos
pocos minutos después alguien vino corriendo a avisarle de otra desgracia, una
vez más la empresa estaba envuelta en un escándalo.
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