Rápidamente
llegué a lo que parecía una cabaña, al parecer estaba vacía, entré con cuidado,
pues había una luz encendida y supuse que alguien se encontraba allí, ¿sería
ese el escondite secreto de ese criminal?, ahora ya no era secreto; estaba un
poco descuidada la casita, los muebles roídos y gastados, las paredes estaban
despellejándose dejando al descubierto la fortaleza de madera de sus cimientos,
sí, era una cabaña de madera, aunque se veía desgastada daba la impresión de
ser resistente, el piso si se estaba cayendo, tal vez demasiada polilla, al
parecer era una cabaña que no tenía mucho mantenimiento.
Mis pensamientos volvieron a volar, había
visto morir a los Chelson y tenía el presentimiento de que yo sería la
siguiente – “Cariño, ¿que te ocurre?” – fueron las ultimas palabras que
pronunció la Sra. Chelson
antes de ser asesinada.
– ¡Eso es! –
pensé, el bastardo era alguien muy allegado a ella, o por lo menos de su
confianza, sino, ella no le hubiera dicho “Cariño”.
Mientras revisaba un escritorio, allí cerca
encontré unos papeles, al revisarlo mas detalladamente encontré una foto donde
aparecía los Chelson acompañados de un joven... se me hace familiar... ¡por
supuesto! ¡como olvidarlo! Es Albert, solo que tiene el pelo negro y unos
lentes oscuros, pero sí es él, ¡es él!, Albert conocía a los Chelson, seguro
fue él quien los mató, pero revisando mas a fondo vi una carta que estaba rota,
solo alcancé a leer la última parte que decía:
“No espero ser un profesional, solo
quiero ser alguien en la vida, no quiero su dinero, por favor, Tía Murieth, no
me envíes mas, comenzaré a trabajar y me superaré”... “los quiere su sobrino
Luis David”
¿Luis David? ¿el es sobrino de los Chelson?,
pero nunca me lo contó, ...bueno... tampoco le he preguntado de su familia,
pero cuando los Chelson llegaron a la casa de Tía Norah, él no lo mencionó, ni
siquiera los saludó, ¿por qué debía fingir que no los conocía?, ¡que carta tan
extraña!... De pronto oí el golpe de la puerta, alguien estaba allí, seguro me
vio, si!, pues veo una sombra que se acerca, de inmediato tomé un mazo, ya no
huiría más, esta vez acabaría yo misma con él, la puerta se volvió a abrir
lentamente, hasta que se asomó alguien, no esperé a ver quien era y ¡Zuas!, lo
golpeé con el mazo.
–
Que haces aquí? – le pregunté
–
Oí ruidos y vine a ver quien era – respondió
adolorido Luis David.
–
Lamento haberte golpeado – me disculpé –
pensaba que era el asesino.
¡Asesino! – pensé – y rápidamente me adelanté
a preguntarle:
–
¿Por qué no me dijiste que los Chelson eran
tus tíos?
–
¿quiénes? ¿Los Chelson? ellos no son nada
mío, apenas los conozco.
– ¿y dónde estabas? Por favor, somos
amigos ¿no confías en mi?
–
Por supuesto
que sí.
Su rostro cambió
y la expresión de confusión, ahora se tornaba seria y misteriosa.
–
No te haré daño Gracy – logró decirme.
– Entonces es verdad – le dije mientras
retrocedía – tú eres el asesino, mataste a tus tíos y de seguro también a la
pobre Rosa, ¡Aléjate de mi maldito bastardo! – le grité.
Estaba a punto de abrir la puerta para huir,
cuando alguien la golpeó fuertemente desde afuera, yo me caí al suelo cerca del
escritorio, sentí que todo me caía encima, cuando me levanté no podía creer lo
que veía, allí estaba Luis David, apuñaleado por la espalda, esta vez con algo
mas grande que un cuchillo, porque lo traspasaba hasta el pecho y podía ver la
herida.
–
¡Nooo! ¡bastaaa! – grité
Luis David guindaba de la puerta colgado del
gran cuchillo atravesado en su cuerpo, era obvio que el asesino lo traspasó
desde afuera, ya que él se encontraba pegado a la puerta para que yo no
saliera,... pero fue tanta la fuerza del golpe que me hizo caer, ahora me
encontraba encerrada con un cadáver pegado a la puerta y con el asesino
rondando por afuera, oí los pasos que se acercaban, ya venía por mi.
“Si no era Luis David, ¿quién era ese
criminal?” – me preguntaba, como pude
tumbé la puerta junto con el cuerpo, no puedo expresar el terror que sentía en
ese momento, ¿quién era el asesino? ¿tendría que ver con la foto de Albert y
los Chelson?, ¿Albert y Luis David eran parientes? estoy segura que sí, Al fin
logré salir de la cabaña y corrí como jamás lo había hecho. De nuevo estaba en
el bosque.
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