lunes, 14 de enero de 2013

EL MISTERIOSO DIARIO DE GRACY - Capitulo 10 "Un grito en el silencio"


 


 Todo era extrañamente silencioso, en medio del bosque no se oía nada, tal vez sea mi imaginación o tal vez me quedé sorda, aguarda... – Auxilio... – susurré, sí, podía escucharme, así que no estaba sorda, el sol ya se estaba ocultando,... ¡eso es!... el sol se oculta, quiere decir que si voy en dirección al sol iré hacia el oeste, mis conocimientos de orientación adquiridos en las clases de Educación me sirvieron de algo en ese instante, antes de perder la brújula sabía perfectamente que la playa estaba al oeste del bosque, puesto que antes de dividirnos fuimos 800 mts al este y luego estando ya en el bosque nos separamos.


   Comencé a atar cabos de inmediato: Viviana y yo fuimos al norte del bosque hasta que la mataron y de allí perdí la dirección,... pero... si los Chelson fueron al sur, Rosa y Luis David al este, y todos estaban muertos; quiere decir que Albert y Laureen que fueron al oeste (en dirección a la playa) se encargaron de matarlos a todos. Así es, estoy completamente segura que Albert es el asesino y Laureen, o está muerta o es su cómplice; entonces... ¿será buena idea dirigirse en dirección a la playa? ¿me estará esperando allá ese criminal?. No tenía otra opción, por lo menos en la playa podía ver quien se acercaba, no había árboles allá ni nada donde alguien se pueda ocultar, y podría huir, ¿dónde estará Rosa? ¿habrá caído en manos de él? o ¿sería Rosa la asesina?, la duda me atrapó.
 Rosa era muy amiga de Viviana, Laureen y yo apenas la tratábamos, Gisela si se llevaba bien con ella ...aunque Gisela se llevaba bien con todos, incluso durante el viaje hacia acá ella charlaba con todos, hasta con Albert, aunque él a veces susurraba algo con Tía Norah, ella le decía que no la molestara porque iba manejando... ¡Manejando! ¡Tía Norah! ¡por supuesto!, Tía Norah nunca se fue de la playa, tal vez sospechaba de Albert por algo que le dijo, trataba de advertirnos y la mataron, de ser así, su camioneta aún debe estar en la playa, ¡eso espero!, usaré la camioneta de Tía Norah para huir de aquí, espero que aún estén las llaves allí, por fin se oía el mar, ya había anochecido y no podía orientarme mas por el sol, pero podía seguir el sonido del mar que se escuchaba.
  – ¿qué relación tendría Albert con los Chelson? – pensaba – ¿por qué Luis David ocultó su parentesco con ellos?, comencé a pensar que tal vez los Chelson no fueron por casualidad a la casa de Tía Norah aquel 14 de Octubre, ya me parecía extraño que se hubieran quedado justo frente a la casa; si bien es cierto que la casa de Tía Norah estaba alejada de las demás, seguía siendo un misterio que su carro se hubiese quedado, y al amanecer ya funcionaba bien, tanto así que salieron antes que nosotros, seguramente a “preparar el terreno”, pero ya que están muertos ahora, solo queda por sentado que los Chelson al ver a Albert en casa de Tía Norah, decidieron huir lo mas pronto posible, solo la lluvia los detendría y tal vez...


 
 
 ...En seguida un espeluznante grito captó toda mi atención y mis pensamientos quedaron en el olvido por unos instantes, volví a escuchar de nuevo el grito como si fuese lo único que había en el misterioso y callado bosque, rápidamente lo reconocí, era el grito de Rosa, la quietud se vio abordada por el escalofriante grito de Rosa, ¿por qué estaba todo tan callado, y de pronto se oyen gritos en el vacío de la noche? ¿será una trampa?

–        ¡AUXILIOOO! – gritaba.

   ¿será Rosa la asesina y trata de atraerme, o es victima de él y está a punto de morir?, de una u otra forma el asesino trataba de llamar mi atención, sino ya le hubiesen tapado la boca; ya no estaba tan segura de que Albert fuese el asesino, ¿podría ser Rosa?, después de todo siempre me pareció extraña su manera de actuar, nunca demostraba sus sentimientos,... ahora que lo pienso mejor, Rosa tiene el perfil exacto de un asesino.
   Ya no se escuchaban gritos, la quietud y el silencio volvieron, seguía corriendo, el sonido del mar se oía mas y mas cerca, ya estaba llegando, lo presentía, no paraba de correr, hasta que... ¡un barranco!, no puede ser!, llegué a la cima de un barranco, y efectivamente estaba el mar, pero miles de metros abajo, ¡Rayos!, me volví a perder, hace tiempo que el sol se metió y no me pude guiar más, pero, ¿qué es eso que está flotando allá abajo? ¿es un cuerpo?, Sí, ¡es un cuerpo!... y... no puede ser... ¡es Rosa!, ese es el traje de Rosa.



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