Todo era extrañamente silencioso, en medio del
bosque no se oía nada, tal vez sea mi imaginación o tal vez me quedé sorda,
aguarda... – Auxilio... – susurré, sí, podía escucharme, así que no estaba
sorda, el sol ya se estaba ocultando,... ¡eso es!... el sol se oculta, quiere
decir que si voy en dirección al sol iré hacia el oeste, mis conocimientos de
orientación adquiridos en las clases de Educación me sirvieron de algo en ese
instante, antes de perder la brújula sabía perfectamente que la playa estaba al
oeste del bosque, puesto que antes de dividirnos fuimos 800 mts al este y luego
estando ya en el bosque nos separamos.
Comencé a atar cabos de inmediato: Viviana y
yo fuimos al norte del bosque hasta que la mataron y de allí perdí la dirección,...
pero... si los Chelson fueron al sur, Rosa y Luis David al este, y todos
estaban muertos; quiere decir que Albert y Laureen que fueron al oeste (en
dirección a la playa) se encargaron de matarlos a todos. Así es, estoy
completamente segura que Albert es el asesino y Laureen, o está muerta o es su
cómplice; entonces... ¿será buena idea dirigirse en dirección a la playa? ¿me
estará esperando allá ese criminal?. No tenía otra opción, por lo menos en la
playa podía ver quien se acercaba, no había árboles allá ni nada donde alguien
se pueda ocultar, y podría huir, ¿dónde estará Rosa? ¿habrá caído en manos de
él? o ¿sería Rosa la asesina?, la duda me atrapó.
Rosa era muy amiga de Viviana, Laureen y yo
apenas la tratábamos, Gisela si se llevaba bien con ella ...aunque Gisela se
llevaba bien con todos, incluso durante el viaje hacia acá ella charlaba con
todos, hasta con Albert, aunque él a veces susurraba algo con Tía Norah, ella
le decía que no la molestara porque iba manejando... ¡Manejando! ¡Tía Norah!
¡por supuesto!, Tía Norah nunca se fue de la playa, tal vez sospechaba de
Albert por algo que le dijo, trataba de advertirnos y la mataron, de ser así,
su camioneta aún debe estar en la playa, ¡eso espero!, usaré la camioneta de
Tía Norah para huir de aquí, espero que aún estén las llaves allí, por fin se
oía el mar, ya había anochecido y no podía orientarme mas por el sol, pero
podía seguir el sonido del mar que se escuchaba.
– ¿qué relación tendría Albert con los
Chelson? – pensaba – ¿por qué Luis David ocultó su parentesco con ellos?,
comencé a pensar que tal vez los Chelson no fueron por casualidad a la casa de
Tía Norah aquel 14 de Octubre, ya me parecía extraño que se hubieran quedado
justo frente a la casa; si bien es cierto que la casa de Tía Norah estaba
alejada de las demás, seguía siendo un misterio que su carro se hubiese
quedado, y al amanecer ya funcionaba bien, tanto así que salieron antes que
nosotros, seguramente a “preparar el terreno”, pero ya que están muertos ahora,
solo queda por sentado que los Chelson al ver a Albert en casa de Tía Norah,
decidieron huir lo mas pronto posible, solo la lluvia los detendría y tal
vez...
...En seguida un espeluznante grito captó toda
mi atención y mis pensamientos quedaron en el olvido por unos instantes, volví
a escuchar de nuevo el grito como si fuese lo único que había en el misterioso
y callado bosque, rápidamente lo reconocí, era el grito de Rosa, la quietud se
vio abordada por el escalofriante grito de Rosa, ¿por qué estaba todo tan
callado, y de pronto se oyen gritos en el vacío de la noche? ¿será una trampa?
–
¡AUXILIOOO! – gritaba.
¿será Rosa la asesina y trata de atraerme, o
es victima de él y está a punto de morir?, de una u otra forma el asesino
trataba de llamar mi atención, sino ya le hubiesen tapado la boca; ya no estaba
tan segura de que Albert fuese el asesino, ¿podría ser Rosa?, después de todo
siempre me pareció extraña su manera de actuar, nunca demostraba sus
sentimientos,... ahora que lo pienso mejor, Rosa tiene el perfil exacto de un
asesino.
Ya no se escuchaban gritos, la quietud y el
silencio volvieron, seguía corriendo, el sonido del mar se oía mas y mas cerca,
ya estaba llegando, lo presentía, no paraba de correr, hasta que... ¡un
barranco!, no puede ser!, llegué a la cima de un barranco, y efectivamente
estaba el mar, pero miles de metros abajo, ¡Rayos!, me volví a perder, hace
tiempo que el sol se metió y no me pude guiar más, pero, ¿qué es eso que está
flotando allá abajo? ¿es un cuerpo?, Sí, ¡es un cuerpo!... y... no puede ser...
¡es Rosa!, ese es el traje de Rosa.
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