viernes, 11 de enero de 2013

EL MISTERIOSO DIARIO DE GRACY - Capitulo 1 "Extraños Huéspedes"


     Son casi las diez de la mañana, Laureen y Albert están desaparecidos, y los demás están muertos, me siento acorralada, aterrada, definitivamente sé que me está buscando a mi, aunque no sé por qué quiere matarme, ¿Qué le he hecho yo a ese maldito asesino?, quiero regresar a casa, pero sigo perdida en este bosque andrajoso, sin poder dormir, tengo que estar alerta, ¡Dios mío! Algo se mueve, oigo pasos, ahí viene, ¡viene!....

 

(Hace días atrás)

recopilado del diario de Gracy Vilman, una chica de 19 años

 

OCTUBRE 14

      Hoy amaneció como cualquier otro día, el sol resplandecía por la ventana dándome un aire gratificante de energía y vitalidad, me levanté una hora antes, no sé por qué, ya estoy de vacaciones, y puedo levantarme tarde si así lo deseo,... bueno... en fin, el desayuno ya estaba preparado,...creo que no hay necesidad de contar todos los detalles, después de todo, este es mi diario, y no creo que alguien mas lo lea, Mamá lo sabe bien, y no tengo hermanos... pero en fin... encendí la TV y me llamó la atención una noticia, ¡ja!, parece como una novela, donde alguien enciende la TV y casualidad que están dando una noticia que llama su atención; el punto es que la TV hablaba de una mujer encontrada muerta con una puñalada en la frente, sin sospechosos, ¡que extraño!; pero sonó el teléfono y deje de prestarle atención a esa noticia.


      Era mi prima Laureen en el teléfono que me invitaba a su casa para planear una excursión o algo así,

–     ¿una excursión? – le pregunté
–   Sí – contestó ella – para que olvides lo que pasó en la escuela.
   Hace un tiempo un estudiante mató a otro en mi salón, frente a mi, pronto lo superé; ... bien, estaba tan emocionada por el viaje que no recuerdo que hice el resto del día, en la noche partí a casa de Laureen.
    Cuando llegué a casa de Tía Norah, estaba Laureen con su novio Albert, apenas lo conocía, se sirvió la cena y luego ella me mostró mi habitación, la casa era algo grande, no una mansión, pero si era grande de 2 pisos, la sala y el comedor estaban en el piso de abajo, arriba estaban las habitaciones, y junto al pasillo había un extraño reloj de pared con una espada sobresaliente, ¡que extravagante era mi tía!. Al rato llegaron unos amigos, Viviana, Rosa, Carlos, Luis David y Gisela, mi mejor amiga, todos se encontraban tan emocionados como yo, aunque Rosa no mostraba mucho entusiasmo, bueno... era normal en ella, la pobre no sabe si está triste o feliz, es medio estirada pero buena gente, y muy buena amiga.

   Comenzamos a planear el paseo,
–  ¡conseguí un lugar fabuloso! – dijo Laureen – es en la playa Murder,
–  ¿Murder? – dijo Carlos – ¿saben que eso significa asesinato? 


¿Que clase de nombre es ese para una playa? 
De repente sonó el timbre:
–   Buenas noches – contestó una señora
Todos la miramos, su traje daba a entender que era una pobre rica abandonada o desheredada.
–  Buenas noches – respondió Tía Norah, – ¿En que les puedo ayudar?
– Nuestro carro se quedó cerca de aquí y mi marido no ha podido echarlo a andar, ¿nos pueden prestar su teléfono?
–  Oh, lo siento, la línea está cortada desde hace meses.

   ¡Como! – pensé – y entonces ¿de donde me llamó Laureen? ¿acaso no son ricos que no pueden pagar el teléfono?, creo que no le di importancia y seguí escuchando a la señora, hasta que apareció su marido:
–     Querida, comenzará a llover y no arranca el carro – dijo él –  buenas noches señora, ¿tiene un teléfono?
–   No – dijo Tía Norah – le decía a su esposa que no tenía teléfono, nos cortaron la línea.

     Comenzó a llamarme la atención ese hombre y su extraña manía de pestañear cada milésima de segundo, que tic tan extraño, ¿tendría algo en el ojo?
–  pueden pasar la noche aquí si quieren – les ofreció Tía Norah – hay muchas habitaciones aquí.
–  ¡Mamá! Ya todos los cuartos están ocupados – dijo Laureen
–    No importa – dije yo – puedo compartir mi habitación.
–    No queremos causarles molestias – dijeron los extraños
–   No se hable más – dijo Tía Norah – no permitiré que se queden varados por aquí, ya que no hay hoteles cerca.
Gracias señora – dijeron ellos – por cierto, somos los esposos Chelson, 
–  Dereck y Murieth Chelson – afirmó el hombre con la extraña forma de pestañar.
   Después de conversar un rato con los nuevos huéspedes, Laureen nos invitó a su cuarto y definimos salir temprano a la playa, por lo pronto me tocó compartir el cuarto con Gisela, nos acostamos casi a las once de la noche hablando y echando chistes, cuentos y cosas así, de pronto comenzó a llover, apagué la luz y nos acostamos, pronto me dormiré.

  



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