EL MISTERIOSO DIARIO DE GRACY - Capitulo 12 "Tampoco corresponde al Diario personal de Gracy"

   La policía llegó media hora después a la casa de Norah Vilman de Cruz, aún llovía.
–      Aquí no hay nadie Sr, todos están muertos – dijo uno de ellos.
–     No puedo creerlo – decía Gómez, el jefe encargado de la policía – hay tres cuerpos en la habitación que corresponden a Albert Torres, Laureen Cruz y Gisela Buenaviddeh, en el cuarto de al lado yacen los cuerpos de Dereck y Murieth Chelson.
–     ¿Quiénes son ellos? – preguntó Montiel, su ayudante.
–   Son vendedores de productos de cocina, según sus credenciales, al parecer ellos estaban accidentados, pues encontramos un carro a su nombre estacionado a 15 mts de aquí, supongo que vinieron a pasar la noche en esta casa – confirmó Gómez – En el pasillo están muertos: Viviana Foxelli, Carlos Prietony y Norah Vilman de Cruz, la dueña de la casa; también yace Luis David Bonalde  guindado en el reloj de la sala, en una extraña espada del reloj, y Rosa del Toro yace sin vida en el suelo del comedor, ¿algún testigo?
–      Sí, el Sr. Jhony Valington
–     ¿Alguna pista de la homicida?
–     Ninguna Señor, ni rastro de ella, aunque el Sr. Valington nos trajo esto – dijo Montiel mostrando una   caja  –  son  diplomas  y  credenciales  que pertenecen a la Srta Gracy Vilman, campeona en tiro al blanco muchas veces.
–    Ah, si!, he escuchado de ella y su hazaña de dar en el blanco lanzando cuchillos desde 30 mts de distancia... ya veo... todos los cuerpos, con excepción de Rosa, fueron apuñaleados.
–      también encontramos un diario, Sr.
–      ¿De quien?–      de Gracy Vilman, la presunta homicida.
El Inspector Gómez lo abrió y lo leyó un poco, luego de un suspiro dijo:
–      Está escrito hasta el 14 de Octubre.
–      Es decir, hasta ayer – respondió Montiel
–      Lo último que dice es que planeaban un viaje, comenzó a llover y se acostaron tarde.
–      Ellos iban a la playa Murder ¿cierto?
–      Sí, ¿porqué?
–     Hoy amaneció cerrada y los Sánchez, sus dueños, dijeron que tenían reservaciones de unos jóvenes, a nombre de Laureen Cruz.
–        El Señor Valington está aquí Señor – interrumpió un oficial.
–        Hágalo pasar –  dijo Gómez.   

Después de los respectivos saludos y presentaciones, Jhony Valington comenzó a contar lo ocurrido la noche el 14 de Octubre:   Estaba durmiendo ya, cuando un ruido me despertó, era la Sra Norah, que me llamaba por el intercomunicador para que le diera una pastilla para la jaqueca, mientras iba a su cuarto, escuché ruidos de la habitación de las señoritas Gracy y Gisela, me asomé y me di cuenta de que Gracy mataba a su amiga, me asusté y tiré las pastillas y el 

agua, ella me debió oír, pero no me vio, eso suponía, así que corrí y le avisé a la Sra Norah, tal vez la Srta Gracy no me haya visto salir. 
–        ¡Quédate en el cuarto! – me ordenó la Sra Norah   Asi lo hice,... por un rato, luego fui a averiguar que pasaba y encontré a la Sra Norah muerta en el pasillo, quería llamar a la policía pero el teléfono no servía, la Sra Norah había ordenado quitar la línea telefónica porque los abogados de su difunto esposo la asechaban a cada rato por el testamento; así que bajé a la sala a buscar las llaves del carro de la Sra, pero escuché gritos en el pasillo, realmente no sabía cuantas personas estaban allí, al llegar vi como, a mas de 10 metros, la Srta Gracy le lanzaba un cuchillo a Viviana quien trataba de despertarla, era obvio que la Srta Gracy estaba sonámbula, luego tras ella, Carlos le gritaba y al intentar devolverse, ella le lanzó otro cuchillo a él, luego avanzó hacia mi y se detuvo, pensé que me mataría, pero no lo hizo, lentamente me alejaba de ella, ella oía mis pasos pero no me veía, me buscaba pero no me veía aunque estaba frente a ella, luego vi que entraba al cuarto de al lado, la seguí y vi como se acercaba a la cama de los nuevos huéspedes, la Sra Chelson se despertó:
– Cariño ¿qué ocurre? – preguntó a Gracy y ésta le clavó el puñal, luego el Sr Chelson, tratando de huir se levantó y corrió a la puerta, pero ella le lanzó dos cuchillos por la espalda.
– ¿De donde sacaba Gracy tantos cuchillos? – preguntó Montiel.
– Llevaba muchos en un cinturón, al parecer los tomó sonámbula de la cocina, o de otro lugar, realmente traté de despertarla, pero no podía, ella se reía, lloraba, hablaba sola y dormida, pensé que sería peligroso despertarla, así que me fui al cuarto siguiente al de los huéspedes, y llamé al joven Luis David, lo conocía bien, ya que él era amigo de mi hijo, ambos fueron victimas de un secuestro en la escuela donde asistían junto con... con Gracy... ella y los chicos fueron liberados cuando el malhechor, quien era un alumno de esa escuela, salió... misteriosamente lesionado con... ¡ahora lo veo!... con una puñalada en el pecho... la policía no encontró pruebas para resolver la misteriosa muerte de Peter Torres, solo el testimonio de una de sus rehenes,.. la Srta Gracy. ¡En fin!, el joven Luis David salió a hablar con ella; ella le decía algo sobre los Chelson, que si eran sus tíos, él le decía que no le haría daño, y luego ....(hizo una pausa)... ella lo agarró y con todas sus fuerzas lo lanzó al reloj de la Sala el cual tiene una espada inclinada ligeramente donde el joven Luis David quedó atravesado por ella guindando; cerca de allí estaba la Srta Rosa quien al ver el cuerpo guindando en el reloj, gritó despavoridamente y retrocedió, pero resbaló en la barandilla y cayó al comedor  al piso de abajo muriendo al instante. –        ¿Quiere decir que no mató a Rosa? – preguntó Gómez desconcertado
-         Así es – respondió Jhony – Rosa se cayó del segundo piso, por la impresión.
–        ¿Por qué usted no hizo algo para detenerla? ¿por qué esperó a que matara a todos?
–        Yo traté, – decía Jhony – le avisé a la señorita Laureen a su habitación, ella llegó corriendo al cuarto de Gracy, el cuerpo de Gisela se había caído al otro lado de la cama, la Srta Laureen llamó a Albert y me dio las llaves de su carro, luego salí rápidamente y lo encontré a Usted, y al venir... pues....como ya lo sabe... encontramos... a la Srta Laureen y al joven Albert muertos.
–        Gracias por su testimonio Sr. Valington, pero dígame ¿por qué la Srta Gracy nunca lo atacó?
–        Era obvio, ella nunca me vio ni me conoció, no tenía una imagen mía en su mente, para ella no existía, era invisible, pero de seguro me oía y me sentía.
–        Deben buscar a Gracy Vilman por todas partes, no debe escapar –  ordenó Gómez.
Un cuerpo policial salió en búsqueda de la prófuga asesina, mientras que un grupo de criminalistas investigaba la casa convertida en escena del crimen.