S
|
eñora, levántese…
Señora, por favor despierte — le decía un paramédico a Leticia.
Leticia abrió sus ojos y vio que ya no estaba
en el Terminal.
— ¿Dónde estoy? —
preguntó ella.
— Está en un
hospital — dijo el paramédico, — pero descuide, está Ud. fuera de peligro, solo
fue un desmayo
— ¿Dónde está
Brian?
— Su hijo está… él
está muerto, mi Señora, lo siento mucho, está en la morgue. Sin embargo unos
oficiales quieren verla
— ¿Verme? ¿Para
qué?
— Está Ud. acusada
del homicidio del Sr. Tommy Rivers, tenemos que detenerla — dijo el Inspector
Morris.
— Ese mal nacido
tenía que morir — decía ella.
— Eso puede ser
usado en su contra, Señora.
— No me importa,
mi hijo ha muerto
Mas tarde, En la delegación, Leticia se
encontraba detenida rindiendo declaraciones:
— Puede llamar a
su abogado Sra. Rivers
— Ya no me llame
así; Llámeme Sra. Tovar… además no quiero ningún abogado, puede interrogarme —
dijo ella.
— Ok, ¿Por qué le
disparó al Sr. Rivers?
— Porque él mató a
mi hijo, seguro que él le disparó
— En que se basa
Ud. para decir eso, Sra. Tovar
— Lea esto — dijo
Leticia entregándole la carta de Brian.
El oficial Morris la leyó detenidamente, y
luego de un leve suspiro agregó:
— No es como
parece
— ¿De qué habla? —
preguntó confundida Leticia.
—Su hijo era muy
astuto, y tenía una mente confusa y enfermiza— mencionó Morris.
— ¿Cómo puede
hablar así de un niño? ¡de mi hijo!
— Escúcheme Sra…
el oficial Jeremy Tompson, estuvo investigando la muerte de Valery Torres y
Patrick Rivers, y las pruebas indicaron que el autor de ambas muertes fue la
misma persona, porque era la misma huella, la cual no aparecía en el Sistema de
Registros de la Policía
— Y ¿Qué tiene que
ver mi hijo en todo esto?
— El oficial
Tompson descubrió al asesino, pero este lo mató antes que revelara su
identidad. Sin embargo envió a su asistente al colegio de su hijo y ¿sabe que?,
la huella del asesino es la misma que la de su hijo — hizo una pausa y
prosiguió — Por eso no aparecía en Sistema, pues su hijo aún es de escuela
básica, y no tiene ninguna identificación, pero en su escuela están las huellas
de todos los niños que allí estudian, ya que deben llenar una planilla, ¿me
estoy dando a entender?
— ¿Quiere decir
que Brian mató a Val y a Patrick, y luego mató al oficial Tompson porque lo
descubrió?
— Así es, pero no
contó con la labor del cabo Yuls — respondió el oficial Morris.
El rostro de Leticia se llenaba de asombro y
a la vez de confusión y dolor.
— Otra cosa, Sra.
Tovar — dijo Morris, — encontramos el reloj de su hijo.
— Pero si Brian
nunca usó reloj — dijo Leticia.
— Oh sí, este era
su reloj, pero no tiene agujas, ni pilas, ¿para qué lo usaba?
— Ahora entiendo
porque los relojes de las victimas estaban atrasados, Brian siempre ha odiado
el tiempo, y yo no me percaté… a tiempo — comentaba ella.
— ¿Cómo supo que
los relojes de las victimas estaban atrasados? — preguntó perplejo Morris.
— Era de
suponerse, Inspector
— Por qué lo dice,
¿acaso Ud. suponía lo que pasaba? ¿y no hizo nada por evitarlo?
— Creo que todo
comenzó hace unas semanas atrás, en el día de su cumpleaños — contaba Leticia,
— Yo salí a buscar hielo y me encontré con Asdrúbal.
— ¿Asdrúbal?
¿Quién es Asdrúbal?
— Déjeme continuar
oficial, Asdrúbal es el verdadero padre de Brian, Tommy lo descubrió días antes
del cumpleaños de Brian y me pidió el divorcio; Yo le pedí que no le contara
nada a Brian, él lo hizo porque para él Brian seguía siendo su hijo… el punto
es… que me encontré con Asdrúbal y él me amenazó con decirle a Brian la verdad,
yo no podía permitirlo, así que lo eché; pero Asdrúbal regresó y no tuve mas
remedio que… que... — hizo una pausa, — … que atropellarlo… Sí.. Yo fui quien
lo atropelló, y creo recordar que Brian estaba allí cerca, eso lo debió
traumatizar mucho, por eso se convirtió en…
— Ud. se equivoca —
interrumpió el oficial, — lo de su hijo viene de más atrás, porque varios
testigos afirman que un niño se acercó a Asdrúbal y le puso un reloj con una hora de retraso, el
oficial Tompson no se enteró de ese detalle, sino ya lo hubiese comparado con
los demás casos.
— Y el caso de
Sandra, ¿también fue Brian? — preguntó Leticia.
— Probablemente,
aunque no se encontró evidencia alguna, ni siquiera un reloj
— De alguna forma,
ese día del cumpleaños, Brian sabía que ese hombre era su padre, y le dio… su
regalo de cumpleaños…
Ella comenzó a llorar amargamente mientras
seguía:
— la culpa fue
mía, nunca debí ocultarle la verdad — se lamentaba Leticia.
Mientras se llevaban a Leticia a una celda,
Simón también venía escoltado por unos guardias.
— Éste es el
hombre que disparó contra su hijo — le dijo Morris a Leticia, señalando a
Simón.
Pero en lugar de reprocharle algo ella sólo
dijo:
— Por favor,
déjenme hablar a solas con él.
Simón y Leticia estaban esposados sentados en
el pasillo, mientras un oficial los vigilaba a unos cuantos metros.
— Sé que Tommy te
mandó a matar a Brian — dijo ella.
— Lo siento —
afirmó Simón con la cabeza inclinada — pero ya sabíamos lo que había hecho
Brian, incluso Tom lo encerró, pero él escapó, no sé como
— Simón, quiero
que me respondas con toda la sinceridad del mundo, ¿Tú querías matar a tu
sobrino?
— Realmente no
quise hacerlo — respondió Simón, — pero no tuve elección, Brian estaba
dispuesto a matarnos
— Aún no puedo
creerlo… Y, le dijiste a Tommy que…
— ¡No! Tom nunca
se enteró que yo soy hermano de Asdrúbal; Sin embargo, Asdrúbal me pidió que le
regalara un reloj de oro a Brian en su cumpleaños ¿recuerdas? y así lo hice.
— ¡No puede ser! —
exclamó asombrada Leticia— El reloj era de él, y al final terminó en sus manos,
ya que Brian se lo devolvió
— Eso quiere decir
que Brian sabía o sentía de alguna forma, quien era Asdrúbal.
— ¿Brian siempre
supo la verdad sobre su padre?
— Tal parece que
así es
— Aun así, gracias
por todo, por ayudarnos cuando estuvimos en quiebra salvando nuestras acciones
— Es lo menos que
podía hacer — repuso Simón antes de levantarse.
Los oficiales llevaron a Simón y a Leticia a
sus respectivas celdas, ambos acusados de homicidio debían aguardar allí hasta
su juicio; Luego ya en la madrugada, casi al amanecer, Leticia se despertó, y
se asomó a la ventanilla de su celda y contempló la luna, — ¡que bella luce
esta noche! — suspiró; y allí, meditando en lo que había pasado, se lamentaba,
— Mi pobre Brian, si tan sólo pudiese devolver el tiempo… — y de prisa sacó su
reloj de una de sus medias (la cual no
fue registrada) y atrasó las agujas varias veces… De pronto… todo comenzó a
temblar frente a sus ojos hasta hacerle perder la razón.
FIN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario