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silencio repentino mientras Isabella se soltaba el cabello y lo peinaba con sus
manos, suspiraba y seguía sonriendo.
– ¿y
bien? – preguntó – ¿están listos para escuchar la verdad?
– suponemos
que usted la conoce
– desde
luego – decía Isabella muy calmadamente – sé perfectamente porqué Isadora me
odia.
– ¿es
por el Sr. Arnaldo?
– oh
no, que Dios le tenga en su santa gloria, él no tiene nada que ver en nuestros
pleitos
– ¿y
entonces?
Isabella se acomodó en el sillón y le pidió
a Brigitte que les trajeran unas bebidas.
– desde
luego – respondió Brigitte – ¿café, té, jugo?
– té
por favor, quiero ofrecerles té – dijo Isabella
– ¿para
todos?
– ni
mas faltaba, claro que todos deben probar el té que hice, espero que aun lo
conserven ¿Qué día es hoy?
–
Martes
– oh,
ya es martes, aun debe estar delicioso
– No se
moleste – dijo Ally – no es necesario, estamos solo en una investigación.
– no es
molestia, deben probar el té
– insisto
señorita – dijo Ana – gracias, pero no tomaremos nada mientras estemos en
servicio
– ¡Mamma
mia! – exclamó Isabella – ¡ma perché!
– no se
sienta ofendida solo que…
–
entiendo, bien, les cuento, es cierto que Isadora estaba enamorada de Arnaldo,
pero él ya tenía a alguien mas en su vida, y no, no era yo, pero tampoco era
Isamar, me di cuenta de ello, es como estar presente sin que te vean, algo así
como ser invisible. Isadora era muy dominante y muy poco me dejaba actuar, ella
quería lucirse frente a todos, opacando incluso a Isamar, pero la enfrenté y le
conté lo que vi.
– ¡pero
díganos que vio de una buena vez!
–
sshhtt, bajen la voz, mandé a Brigitte a buscar bebidas porque ella no lo sabe,
no queremos que se entere
– ¿Qué
se entere de que?
–
aguarden, no sean impacientes, descubrí que Arnaldo le era infiel a Isamar, con
otra mujer, otra persona aparte de Isadora y de mi.
– ¿se
refiere a una cuarta personalidad?
– preferimos
llamarla “cuarta vecina”, alguien más comparte nuestro “departamento”, alguien
a quien ignoramos, o por lo menos ellas ignoran.
– ¿y
por qué no quieres que la Dra. Mendoza se entere? – preguntó Mariah
– si de
ser así, este caso tendría otro rumbo e Isamar podría ser declarada inocente –
agregó Seth
– podemos
apelar y llevarla a tratamiento
– ¡No!
– exclamó Isabella – eso jamás, nada de medicamentos, eso nos descontrola y
solo la mas fuerte queda afuera mientras las otras vuelven al “armario”, por
favor no nos den medicamentos.
–
¿quieres decir que Isadora podría reinar el cuerpo de Isamar?
– o la
cuarta desconocida, además debemos cuidar de la niña.
– ¿la
niña? ¿Cuál niña?
– la
que estaba… olvídenlo, creo que estoy confundida, era más bien una adolescente.
–
¿Quién?
– la
cuarta
–
¿Arnaldo tenía un romance con una adolescente?
– es
necesario que la Dra. Mendoza se entere de esto
–
¿enterarme de que? – preguntó Brigitte quien venía con una bandeja de bebidas.
Isabella se levantó rápidamente y se dispuso
a hablar, pero las palabras no le salían, temblaba y su sonrisa disminuía,
luego lentamente caía de nuevo en el sillón.
– ¿te
encuentras bien? – le preguntó Brigitte
– ¿Qué…
qué paso? – dijo ella
–
Isabella estuvo aquí
– oh,
lo siento, espero no causarles inconvenientes, sean todos bienvenidos ¿Cómo va
mi caso?
–
Suponemos que usted es Isamar, la original, la que no acepta imitaciones – dijo
Angie
– Así
es, Isamar Cordero a sus órdenes.
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