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un no
había amanecido completamente ese día de Navidad, y ya el Castillo de Laeken,
la morada de la Realeza, estaba envuelto en tragedia, el jefe principal de la
seguridad y gran amigo de la Familia Real, había sido asesinado a sangre fría
esa madrugada por alguien que se autodenominaba Apolimia. El Rey Leopoldo
comprendió de inmediato la situación, esas notas anónimas que recibía
mensualmente ya no era ningún juego de algún aficionado sin oficio, era mucho
más grave de lo que parecía.
El príncipe Balduino casi sufría de pulmonía,
estaba acostado en su habitación mientras Ambar velaba junto a él. De pronto el
Rey Leopoldo entró:
– Balduino
se pondrá bien mademoidelle – dijo él
mientras tocaba la frente de su hijo quien dormía – el doctor ya lo ha
examinado
– me
alegro Su Majestad, temía que ocurriese lo peor y…
– ¿lo
amas de verdad? – preguntó el Rey dejándola con la frase sin terminar
– Balduino
es muy especial para mi, es lo más bonito que me ha pasado – dijo ella
– no ha
respondido a mi pregunta.
Ambar calló unos segundos, su rostro se
ruborizó y su mirada regia ahora se veía mas relajada.
– no
siga con esto – prosiguió el Rey – no lo hagas sufrir por mi culpa
– ¿está
usted…?
– si,
ya recuerdo bien quien eres, los Drescher de Lipton ¿cierto? sé bien lo
que les hice y no me siento orgulloso de haberlo hecho, por eso te pido perdón
y…
– no
basta su arrepentimiento Su Majestad – respondió Ambar ahora con un semblante
mas soberbio
– no
sigas usando a Balduino para hacerme sufrir ¿crees que no lo sé? Lo estás
enamorando para luego romperle el corazón en mil pedazos, sólo porque yo…
– ¡usted!
Ud. mismo se lo buscó, nunca debió meterse con Beatrix, era mi amiga, la única
que me dio cobijo cuando llegué a Europa, era como mi hermana ¿lo entiende?
– eso
no le da derecho de jugar con los sentimientos de mis hijos, no lo permitiré
– en
eso se equivoca – recalcó ella – porque yo si amo a su hijo ¿me oye? Yo amo a
Balduino de verdad ¿he respondido a su pregunta? Él no tiene la culpa de tener
un padre arrogante, mezquino y asesino como usted… Su Majestad
– ¿Sabes
que por lanzar esas acusaciones contra el Rey puedes ir a prisión?
– entonces
hágalo.
Su discusión fue interrumpida por Balduino
quien despertaba sacudiéndose lentamente
– ¿Qué
es todo ese ruido? – preguntaba – ¿Por qué tanto escándalo?
No había transcurrido ni un minuto cuando
uno de los mayordomos apareció haciendo una leve reverencia ante el Rey
mientras decía:
– Un
detective extranjero desea hablar con Su Majestad
– ¿detective?
Ya la policía belga está con el caso de Felipe
– dice
que no viene por ese caso Su Majestad, viene de Chile, es Monsieur Julián Montiel
– ¿Julián
que?
Los ojos de Ambar se abrieron de par en par,
aquel detective de quien tanto había huido, ahora estaba a escasos metros de
ella, se sentía acorralada.
El Rey bajó al Salón de Conferencias y se
reunió a solas con el detective latino, hablaron por una hora aproximadamente.
Lo que Ambar aprovechó para escapar, sabía que venía por ella; Llamó a Amy y
ésta le consiguió una vía de escape.
– La compuerta
trasera está abierta en este momento – dijo Amy por el teléfono – si te das
prisa saldrás sin ser vista.
Ambar recorrió el pasillo hasta el final lo
mas veloz posible, salió al jardín y se dirigió en dirección a la puerta
trasera del Castillo, al llegar allí dos guardias ya habían cambiado su turno
de relevo.
– Hay
dos guardias aquí, Amy
– los
distraeré.
De pronto, la fuente del jardín trasero
comenzó a botar agua azul, los guardias fueron a revisar y Ambar aprovechó para
salir del Castillo. Sin embargo, al cruzar la calle, una mano la tomó por el
brazo fuertemente.
– ¿A
dónde crees que vas? – le dijo el hombre que la agarró
Ambar volteó y lo golpeó en el rostro,
haciéndole que la soltase y así aprovechar para huir, pero un escuadrón de oficiales
la rodearon a escasos metros.
– La
misión continúa, estás a cargo del Proyecto – le dijo Ambar a Amy al teléfono
antes de lanzarlo por una alcantarilla.
– Queda
usted detenida por el homicidio de Felipe Syville – le dijo un
oficial – y por agredir al príncipe Albert.
Albert se le acercó diciendo:
– sabía
que no eras de fiar, y pensar que yo… olvídalo, traidora
Ambar lo miró con ojos de burla y con un
tono sarcástico le respondió:
– oh, pobre
niñito ¿te dolió mucho el golpe? Vete para que tu papi te consuele.
Albert enrojeció de ira, levantó su mano con
furia pero se detuvo, solo agregó:
– Gracias
a Dios que nunca te veremos más, tu plan falló, Balduino te pudo haber amado
pero nunca más confiará en ti.
Ámbar fue escoltada a la Delegación,
acompañada de un escuadrón de la Guardia Real; Mientras en el Castillo, el Rey
Leopoldo y Julián Montiel reunieron a Balduino, Albert y Theodore en el Salón
de Conferencias para revelar el misterio. El Rey tomó la palabra:
– Con
nosotros se encuentra el detective Montiel, quien lleva más de cinco años tras
la pista de una criminal buscada en varios países: Gracy Vilman, escapó de
Chile y vino a Europa, específicamente a Suiza, allí consiguió protección bajo
el cuidado del multimillonario Tom Stonen, quien la inscribió en el prestigioso
College Champittet bajo el nombre de
Ambar Drescher.
– ¿Ambar
es una prófuga criminal? – preguntó asombrado Balduino
– Así
es Alteza – prosiguió Julián – ella fue a Suiza buscando una nueva vida, pero
su objetivo era acercarse al Rey Leopoldo, por eso se inscribió en el Champittet donde los príncipes belgas
estudiaban, Tom era su cómplice junto con su hija Beatrix, los tres querían
robar la corona real, Beatrix debía enamorar al recién viudo Rey y
Ambar
seduciría a los príncipes, desafortunadamente para ellos Albert dejó sus
estudios y Ambar solo contaba con Balduino, pero algo escandaloso y poco moral
ocurrió con… Su Majestad el Rey y…
– Yo lo
diré – continuó el rey Leopoldo – es
algo vergonzoso y humillante
– ¿Qué
cosa padre?
– ¡Dinos
de una vez que hiciste!
– Caí
en la seducción de Beatrix – confesó el Rey – además ella… salió embarazada, al
enterarme yo no… no podía permitir un escándalo en la realeza así que… que…
hice que abortara, Tom vino muchas veces a reclamarme, le impedí la entrada al
Castillo pero logró escabullirse clandestinamente e hirió a varios de mis
guardias, incluso a Felipe y quiso atentar contra mi, pero…
– Felipe
lo mató – continuó Balduino – me acuerdo de eso, “Un ladrón fue abatido al tratar de matar al Rey Leopoldo III”
decían las noticias allá en Suiza, por eso Beatrix viajaba tanto, y lloraba por
su padre y por ti
– así
es hijo, Ambar y Beatrix lo tomaron personal y me tildaron de asesino
– solo
defendías tu honor, padre – mencionó Albert – y tu vida, ellas no tienen por
qué culparte, ellas son las traidoras
– yo
destruí sus vidas – continuaba el Rey – yo las dejé sin padre, sin familia y
por eso dejaron el College Champittet.
Esta vez Theodore, quien había permanecido
en silencio escuchando atentamente, intervino:
–
¿Creen ustedes que ellas aún estén tratando de robar la corona real?
– estoy
seguro – respondió Balduino y les contó su inusual aventura durante
la Nochebuena – ellas mataron a Felipe, pero ¿Qué significa Apolimia?
– es
una diosa de la mitología atlante – dijo Julián – seguro Ambar lo escribió para
demostrar su venganza
– De
todas formas las joyas reales están bien resguardas, sólo serán expuestas el
Día del cometa Apolo en febrero 17, cuando seamos testigos de esa maravilla
natural junto a los monarcas, diplomáticos y todos los lideres de Europa, por
cierto detective Montiel, está usted cordialmente invitado a tal evento
– muchas
gracias Su Majestad.
Albert se acercó a Balduino y le susurró:
– lamento
todo esto hermano, sé cuanto la amabas y lo que significaba para ti, sabía que
algo tramaba y que no era de fiar
– A
veces las mujeres suelen ser las peores
bestias.
El Rey Leopoldo cerró la conversación
diciendo:
– Ambar
será llevada a la Prisión del estado hasta que se tramite su deportación a
Chile. Este tema y todo lo que se ha dicho aquí, muere en este lugar ¿entendido?
Todos asintieron y salieron uno por uno,
luego Julián llamó aparte a Theodore, una vez a solas Julián le dijo:
– Seguí
las pistas que me dio Mr. Campbell, el pestañeo en el aeropuerto diciendo S.O.S
en Morse, mas la frase en el baño y…
– Scchhtt
– interrumpió Scott – hay cómplices de Ambar aquí, aun no ha terminado
– claro
que terminó, dígame quienes son los cómplices de Gracy y…
– no
puedo, mi familia, debe usted protegerla
– se lo
prometo Mr. Campbell
– dígame
Theodore, aquí soy el Duque Theodore, espero que me pueda
entender detective
– lo
entiendo, pero ¿Dónde está el verdadero Duque Theodore?
– creo
que está prisionero, averigüe su paradero
– lo
haré
–
muchas gracias
– le
dije que la próxima vez que nos viéramos nos tomaríamos un trago
– aun
no, Apolimia aun no está acabada –
murmuró Scott y luego salió apresuradamente del Salón de Conferencias dejando
pensativo y un tanto confundido al detective Montiel.
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