martes, 15 de enero de 2013

EL INEFABLE DÍA TRECE - Capitulo 8 "Declaración de Robbie"



I
nmediatamente después entró Luisana al cuarto de interrogatorios.
—Disculpe Sr Montiel, pero quiero saber si ya puedo disponer de mi habitación.
—Desde luego Srta. Luisana, ya se tomaron las evidencias y fotos de la habitación.
—Gracias… Por cierto… me preguntaba ¿Cómo encontrará un Jaguar en un lugar como éste?
   En ese instante entraba el Sr Almarza acompañado de Robbie.
—¿Jaguar? ¿De que jaguar hablan? —preguntó Víctor.
—¿Se trata de mi automóvil? —preguntó confuso Robbie.
—Puede salir Srta. Luisana —contestó Julián— Su pregunta fue contestada.
   Luisana salió, y Robbie y Víctor aún no salían de su confusión.
—Así que Ud. tiene un Jaguar Sr Robbie, —dijo Julián.
—Sí Señor, es un auto clásico color negro ¿Por qué?
—¿Y donde está ese carro?
—En mi casa de la capital, no funciona bien ya que como le dije es un modelo viejo, lo tengo más bien como lujo; Pero explíqueme ¿Qué tiene que ver mi carro con todo esto?
—Solo por un sueño, pero ahora me interesa conocer su versión desde su punto de vista. Pero antes dígame su nombre completo y edad por favor.
—Jean Robinson Duarte Motrixe, 31 años.
—¿Hace cuanto representa artísticamente a la Srta. Geribeth?
—Llevo casi cuatro años con ella; Sin pretender ser presumido, déjeme decirle que fui yo quien la descubrió y la llevó a la fama Sr Oficial.
—¿Y qué hay de su familia?
—Ella perdió a su hermana mayor en extrañas circunstancias hace unos seis años, luego sus padres murieron hace dos años, desde entonces me he hecho cargo de ella.
—Entiendo, ¿Hacia donde se dirigían?
—A San Martin, por un contrato de una sesión de fotos exclusivas para una revista, que comenzaría mañana domingo.
—¿Y por qué tomaron un Expreso y no un avión o avioneta? ¿No era más rápido? Y ustedes tenían como pagarlo.
—Lo que pasó fue que no habían vuelos disponibles, y necesitábamos estar allá lo más pronto posible, por eso tuve que reservar puestos en un Expreso.
—Entiendo, pero ¿No era mejor alquilar un auto o una minivan, en lugar de un transporte público?
—No estará insinuando que yo la monté en un bus a propósito ¿verdad? Qué iba a saber yo que nos quedaríamos varados. ¿Ud. piensa que yo…?
—Yo no pienso nada Sr, solo me guío por las evidencias y los sucesos. No es nada en contra de Ud. sino que todos son sospechosos.
—Pero yo estuve todo el día en la cafetería.
—¿Ah sí? ¿Y alguien puede confirmar eso?
—Por supuesto, la jovencita esa que estaba aquí hace un momento.
—¿Luisana?
—Sí, ella estaba también en la cafetería, mientras los demás se fueron al jardín.
—Dígame, ¿Ud. vio a la persona que derramó un jugo sobre la Srta. Geribeth?
—La verdad que no lo vi bien, pero creo que era una mujer.
—¿Una mujer?
—Sí, ella estaba vestida de hombre, pero tenía que ser una mujer porque tenía un olor dulce como un perfume de rosas.
—Vaya, lo que me dice es muy importante, y después ¿A que hora salió de la cafetería?
—Un rato después, la jovencita, esa tal Luisana salió y unos minutos después me fui al jardín con los demás hasta que llegó Anya, y Ud. conoce el resto.
—Muchas Gracias Sr Duarte.
   Robbie se retiró y Julián se quedó pensando en la nueva información que había obtenido.
—¿Quién sigue ahora? —preguntó Víctor.
—Luisana, definitivamente sigue ella.

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