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arco Andrés Casetti Brown,
Oficial! ¡Tengo 23 años! —exclamó Marco en tono militar.
—Vaya, creo que ya conoce el protocolo — dijo
Julián.
—¡Sí, Señor!
—¿Estuvo Ud. en la milicia?
—¡En una escuela militar Señor!
—Eso lo explica, pero no tiene que actuar así, no estamos
en la escuela militar, aunque Ud. no debió ser un santo como para que sus
padres lo pusieran allá.
—No me parece gracioso Sr Montiel —dijo Marco en un
tono más relajado.
—No lo dije para ser gracioso, no me haga caso y
vamos al punto. ¿De qué hablaban Ud. y la Srta. Cindy en su cuarto, justo antes
que mataran al Sr Combs? —preguntó Julián sin tapujos.
Marco
quedó paralizado, ninguna palabra salió por su boca por unos segundos que le
parecieron horas. Julián sabía muy bien que Marco pretendía tener todas las
respuestas al protocolo, por eso le lanzó semejante pregunta fulminante; Al
cabo de unos segundos más Marco titubeó:
—De… ¿De qué habla?
—De la conversación que tuvo con su novia.
—¿Nos está espiando?
—Siempre me entero de las cosas Sr Marco.
—En ese caso no me tengo que preocupar por
responderle.
—Se cree muy listo ¿verdad?, Si tan solo usara su
inteligencia para algo productivo.
—¿Cómo decirle quién mató al Sr Combs?
—¿Acaso Ud. lo sabe?
—No voy a responder a eso.
—Ya lo hizo Sr Marco
—No, no crea que yo maté al Sr. Combs, estaba en mi
habitación con Rick.
—Seguro ambos se pusieron de acuerdo para reforzar
sus coartadas mutuamente, pero ¿Quién apoyará la coartada de su novia?
—A Cindy no la meta en esto. —Marco respiró
profundamente y luego procedió a declarar: —De acuerdo, le diré lo que ella y
yo ocultamos.
—Lo escucho.
—Cindy… Cindy y yo tendremos un hijo, mis padres no
lo saben y los de ella tampoco. Rick lo sospechaba y por eso teníamos miedo que
le contara a Ud. porque es su obligación decirles a los familiares todo lo que
ha pasado aquí.
—Tiene toda la razón, pero eso no era motivo para
andar susurrando a escondidas. Eso los hacía más sospechosos. Además, creo que
la historia no acaba allí ¿verdad?
—No Señor, cometimos un chantaje.
—¿A quien?
—A… a la Srta.… Geribeth
—Lo sabía, sabía que algo me olía mal con ustedes
tres, Cindy no se llama así ¿cierto?
—No Señor, Ése no es su verdadero nombre.
—Escuche Sr Marco, no sé mueva de aquí, iré por
Cindy para que los tres charlemos seriamente por un rato —dijo el detective
Julián Montiel mientras se asomaba a la puerta y llamaba a Cindy.
—¿Me llamó Oficial? —preguntó Cindy.
—Nooo, él dijo Cindy pero se refería a otra, ya que
hay tantas Cindys por aquí — contestó
sarcásticamente Marco.
Cindy pudo
ver en el tono y la mirada de Marco que su secreto había sido descubierto.
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