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l día
tan esperado y tan temeroso había llegado, el juicio contra Isamar Cordero, la
“asesina de las múltiples personalidades” (como la había denominado la prensa)
estaba programado para las 11 de la mañana, todo el país, e incluso el mundo
entero, estaba a la expectativa, ¿condenarán a Isamar por culpa de uno de sus
alter-egos? ¿Quedará libre?. La prensa nacional estaba lista y a tiempo en el
tribunal donde se llevaría a cabo el juicio ¿Qué habrá preparado la defensa?
¿la fiscalía habrá encontrado otra prueba? ¿Qué veredicto tendría el jurado?
La hora había llegado, 11:00 am, las puertas
de la sala 1 del juzgado se abrieron, y un público selecto entró en ella; Los
miembros del jurado ya estaban en sus puestos, al igual que Isamar, su abogado
y el fiscal del DF.
La jueza entró y se levantó la sesión.
– El
caso número 29802 contra la Señora Isamar Cordero queda oficialmente en marcha.
Todos se colocaron de pie hasta que la Jueza
dio la orden de tomar asiento. El vocero empezó a leer:
– Isamar
Cordero, se le acusa de asesinar a sangre fría a su esposo el Sr. Arnaldo
Cordero, ¿Cómo se declara?
– inocente
– respondió su abogado
El fiscal del distrito se levantó y dijo:
– Su
señoría, la fiscalía llama a Isamar Cordero a declarar.
Isamar caminó hacia el estrado e hizo el
juramento de decir solo la verdad y nada más que la verdad.
– Señora
Isamar – dijo el fiscal – ¿es Usted Isamar? Es decir, ¿nos está acompañando
Isamar o alguna otra?
–
Efectivamente, soy Isamar
–
Bien, ¿está usted consciente de los
cargos en su contra?
– Así
es, sé que me acusan de matar a Arnaldo con 25 apuñaladas en su cuerpo.
– correcto,
¿y conoce las evidencias que la acusan?
– desde
luego, mis huellas en el cuchillo, mi ropa con la sangre de Arnaldo, y mi ADN
en su cuerpo
– ahora
bien ¿podría explicarme como llegó todo eso allí?
– el
cuchillo es mío, obvio tiene mis huellas, lo demás no lo sé
– ¿no lo
sabe o no se acuerda? ¿aun considera la posibilidad de que una de sus
“personalidades” fue la responsable?
– tampoco
puedo asegurarlo
– ¡Objeción!
– exclamó el abogado de Isamar – el fiscal especula
– A
lugar – respondió la jueza
– bien
– dijo el fiscal – no más preguntas.
El fiscal volvió a su asiento, los miembros
del jurado anotaban en sus libretas y seguían atentos, mientras el abogado
defensor se disponía a interrogar a Isamar.
– Ya
hemos estudiado su trastorno, muchos especialistas la han visto, díganos ¿Cómo
aprendió a tocar el piano?
– ¡Objeción
su señoría! – reprochó el fiscal – eso no es relevante
– quiero
probar un punto – respondió el abogado
–
abórdelo – dijo la jueza – vaya directo al grano
– como
le decía Sra Isamar…
– yo no
sé tocar el piano – interrumpió ella – es Isadora la que sabe hacerlo
– ¿está
Ud. Segura de eso?
– desde
luego
– si le
traigo un piano ¿podrá tocar una pieza?
– le
digo que no ¿Qué tiene que ver eso?
– muy
sencillo, entre las evidencias estaban unas partituras manchadas con la sangre
de Arnaldo, y su sangre en las teclas del piano, lo que prueba que quien lo
mató estaba tocando el piano, lo que hace que mi clienta sea exenta del cargo
que se le amputa.
– ¿por
unas partituras? – preguntó el fiscal – eso no es suficiente para liberarla de
los cargos, Isadora era la experta en música.
–
correcto, pero ¿Quién le enseñó a tocar el piano a Isadora?
– no
entiendo abogado
– lo
que trato de decirles, es que Isadora no erala única que sabía tocar el piano
– si,
pero eso no es tan importante, pudo cualquiera cometer el crimen junto al
piano, eso no significa que quien lo haya hecho sepa tocarlo.
– No me
han entendido, la persona que estaba tocando el piano cuando a asesinaron al
Sr. Arnaldo, no era Isadora, según el informe criminalista, era el mismo
Arnaldo quien tocaba el piano ¿no es así Isamar?
Isamar se retorció en su puesto y cerró los
ojos, al abrirlo, una sonrisa malévola se dibujaba en su rostro.
– es
cierto, Arni tocaba el piano, pero yo no lo maté – dijo ahora Isadora
– ahora
nos acompaña Isadora – resaltó el abogado
–
tonterías – resaltó el fiscal – si el Sr. Arnaldo era quien tocaba el piano y
alguien más lo atacó, tuvo que ser Isamar, o sus alter-egos, nadie mas estaba
allí
– ¿está
usted seguro de eso?
– es lo
que dicen las evidencias
– ¿y si
dijera que Isamar estaba fuera de la casa en el momento del crimen, y alguien
mas acompañaba al Sr. Arnaldo?
– ¿alguien
más? ¿Quién? ¿Cómo lo probaría usted?
– las
cámaras de vigilancia del supermercado muestran a Isamar comprando en el
“momento del crimen”
– eso
es nueva evidencia, debemos revisarla
– No
más preguntas, su Señoría.
La jueza tomó un respiro y un trago de agua,
luego dirigiéndose a la defensa preguntó:
– ¿va a
probar su teoría?
– Así
es su Señoría, la defensa llama a la Doctora Brigitte Mendoza.
Un silencio inquietante reinó en la sala por
unos segundos, las puertas se abrieron y Brigitte entró en una silla de ruedas,
acompañada de una enfermera, obviamente ya había salido del coma y estaba
dispuesta a contar la verdad y nada más que la verdad sobre el atentado que
sufrió por la misma persona que posiblemente haya asesinado al esposo de
Isamar, inculpándola a ella.
Brigitte miraba detalladamente a los
miembros del jurado y estos, impacientes y nerviosos, pudieron darse cuenta que
la psicóloga ya había descubierto el misterio, la verdad saldría a la luz.
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