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on permiso — dijo Cindy mientras tomaba asiento en
la silla antes ocupada por Marco.
—Siéntese aquí Sr Marco —dijo Julián trayéndole
otra silla.
—¿Ocurre algo malo detective? — preguntó Cindy un
poco retraída y asustada, su semblante de chica alegre y rebosante que había
mostrado horas antes ya había desaparecido por completo.
—Me temo que sí Srta. no preguntaré su nombre completo
porque ya lo sé ¿verdad Srta. Virginia?
—Así es Señor. —respondió Cindy— Mi nombre es
Virginia Yamal, tengo 21 años.
—Y ¿Cuándo pensaba decirme que Ud. es hermana de
Geribeth?
—¿Cómo se enteró Ud. de eso?
—Reconozco que mi atención fue puesta en otra cara
conocida y por eso no me fijé mucho en Ud. pero ahora es otra cosa, cuando
estuve en un caso de homicidios en una empresa de calzado, siendo aún
principiante, me tocó investigar a varios alumnos de una escuela y allí supe
que Ud. era pariente de la Familia Asunción.
—Y aún lo sigo siendo, aunque sea una hija bastarda
también tengo derechos ¿no cree?
—Ella no mató a su hermana, oficial —dijo
rápidamente Marco
—Nadie ha dicho eso.
—Pero Ud. creerá que ella… porque al parecer tenía
motivos.
—No me defiendas Mark, no puede probar nada porque
yo no hice nada — contestó Cindy.
—¿Y que me dice del “chantaje” que le hacía a su
hermana? — preguntó Julián.
—Eso es otra cosa, le diré —respondió Marco— Cindy
y Yo nos enteramos que iba a San Martin, aunque jamás pensamos que viajaría en
Expreso y mucho menos con nosotros, no sabe lo asustados que estábamos cuando
la vimos entrar al bus. En fin, la seguiríamos porque la amenazamos con
contarle a la prensa que tenía una hermana bastarda si no la incluía en su
testamento.
—¿Y qué ganaría Ud. Sr Marco?
—Él recibiría una parte también Sr detective
—respondió Cindy, —Marco y yo nos casaríamos y ambos tendríamos la parte que me
corresponde por derecho, para nosotros y para…
—El hijo que viene en camino —resaltó Julián.
—Así es oficial, veo que no se le escapa nada.
—Es solo mi trabajo Srta. Virginia, o ¿prefiere que
la siga llamando Cindy?
—Cindy está bien —contestó ella— He usado ese apodo
tanto tiempo que ya me acostumbré. Por cierto oficial, no sabía que Ud. trabajó
en el caso Rivers.
—Oh sí Srta. Yo era aún novato, trabajé en ese caso
como asistente del oficial Tompson, él fue un gran maestro y resolvió el caso
pero fue asesinado antes de probarlo, sin embargo yo indagué y presenté las
pruebas.
—Pero eso fue en Puerto Rico, ¿Cómo llegó Ud. a
éste país?
—Los gajes del oficio, Srta. Cindy.
—Yo estudié con Brian, él tendría la edad de
Geribeth más o menos, jamás imaginé lo que pasaría— dijo ella.
—Nadie lo imaginaba, pero debo felicitarla por
decir la verdad, creo en Ud. y en su causa, aunque no estoy de acuerdo con su
manera de actuar. —dijo Julián.
—Ella es así oficial, no se detiene hasta que
consigue lo que quiere —dijo Marco.
—Por favor— dijo Cindy al Sr. Julián —No le diga a
nadie que yo soy hermana de Geribeth.
—Le doy mi palabra Srta. Pero tarde o temprano se
sabrá.
Julián
abrió la puerta para despedir a sus últimos sospechosos, instantes después
Víctor entraba.
—Julián, ya se llevaron el cuerpo del Sr Combs y
las evidencias, además aquí está el abogado de Geribeth para leer el
testamento.
—Muy bien, —dijo Julián— Ahora veremos lo que la
Srta. Geribeth le dejó a su manager, y si incluyó a su hermana bastarda.
—¿Hermana bastarda? ¿De qué hablas?
—Ya te contaré los detalles Thor.
Julián y
Víctor salieron y se dirigieron a la sala de estar de la recepción donde
estaban todos los demás.
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